El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, revivió el conflicto con Talos Energy, al señalar que todavía no existe un acuerdo en torno a la operación del campo Zama, que comparte la compañía estadounidense con Petróleos Mexicanos.
Las declaraciones del presidente surgieron como parte de su respuesta a la solicitud que presentó Estados Unidos para revisar en un panel de resolución de disputas con México bajo el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que se relacionan con ciertas medidas de México que socavan a las empresas estadounidenses y la energía producida en los EEUU a favor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
Apenas el pasado 3 de junio el mismo presidente de México dijo en su conferencia de prensa matutina que después de una reunión con la compañía se había avanzado en la negociación y estaban a punto de tener un acuerdo con Talos Energy.
Zama es un yacimiento en aguas someras frente a las costas de Tabasco, con un potencial de 850 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, mismo que fue asignado a Talos Energy, en consorcio con Harbour Energy y Wintershall DEA en la ronda uno que se realizó en 2015.
Este es el descubrimiento más grande hecho hasta el momento por una empresa privada y producto de la Reforma Energética de 2013-2014 y está considerado entre los 10 descubrimientos petroleros más grandes de la historia del país.