Y dijo Satanás a las tribus obedientes del Norte:
"Será vuestra misión apoderarse de petróleo y gas de las tribus infieles".
MARIO HERNÁNDEZ SAMANIEGO *
El Niño Dios te escrituró un establo
y los veneros de petróleo el diablo
López Velarde
Millones de años después de que Satanás escriturara fabulosas reservas de petróleo a los mexicanos, Lázaro Cárdenas en arranque diabólico decretó el inmediato aprovechamiento de la herencia en beneficio de todos los mexicanos. Y Satanás viendo coronado su esfuerzo, a su vez celebró mefistofélico reventón en compañía de sus más cercanos colaboradores.
Pero por desgracia poco le duró el gusto. En menos de 50 años la infernal faena iniciada por Don Lázaro que había creado empleos, enriquecido al erario y procurado pan, transporte y luz baratos a todos los mexicanos, llegó a su término. Sucesivos gobiernos olvidaron que al petróleo hay que transformarlo para beneficiar a su tribu, y optaron por venderlo a vecinos que comedidamente lo transforman con sus propias gentes y devuelven convertido en gasolina, diesel, petroquímicos a precios que hacen más pobres a los pobres y menos competitivos a los magos transformadores de la tribu.
Como era de esperarse, el señor Lucifer montado en su más satánica ira se lanzó a galope tendido por los cuatro confines del universo exclamando: “Mexicanos mal agradecidos, uno que se desvivió por hacerles el bien y ellos a despreciarlo. Durante millones de años luché con mi ilustre Adversario para darles el cómo salir de la miseria y todo para acabar desairado. ¡Qué poca madre! Ahora van a saber de lo que soy capaz.” Y un poco más calmado, a su supremo concilio manifestó: “Qué comparación con mis obedientes tribus del norte que sí han sabido aprovechar su escriturado bien. Tan lo han aprovechado que son las tribus más ricas del mundo y por ello se les están secando los veneros que les escrituré. Desgraciadamente no ha sido posible rellenárselos a pesar de inútiles intentos por convencer a mi respetable Adversario. Por eso voy, y no lo duden, a demostrarles mi solidaridad por su buen comportamiento entregándoles lo que queda de los veneros que escrituré a los despreciativos mexicanos, y ustedes mis fieles servidores me van a ayudar.”
Dicho esto, procedió a fraguar su vengativa estrategia. De sus iracundas reflexiones surgió el plan que, gracias a indiscreto colaborador, llegó a mis oídos. Siguiendo el ejemplo de su Adversario, ideó una serie de mandamientos cuyo cumplimiento impuso a sus infernales servidores, y agradecidos y fieles beneficiados del norte deseosos de tener mayores motivos de agradecimiento. He aquí en forma resumida dichos mandamientos:
1. Con vosotros hago pacto para que saquéis beneficio de los veneros de petróleo que escrituré a tribus infieles que se han rehusado a aprovecharlo en su cabal beneficio.
2. No tendréis imagen alguna que no sea la del petróleo que está bajo la tierra o las aguas de los mares de dichas tribus infieles.
3. No tomaréis mi nombre en vano porque yo Satán soy vuestro protector, y a quien osare a tomarlo en vano o desobedeciera mis mandamientos, o los haga públicos, será tomado por inocente y puesto en manos de mi Adversario para que sufra la gloria eterna. Y quien los cumpla tendrá por premio el disfrute de los placeres de mi tibio y tierno reino.
4. Será vuestra misión apoderarse de petróleo y gas de las tribus infieles. Para ello os valdréis de cuanto falso testimonio y mentira sean necesarios, con la seguridad de que en todo momento estaré detrás de vosotros con el consejo oportuno.
5. No comprometeréis el éxito de vuestra misión codiciando sus refinerías, plantas petroquímicas, terminales y ductos. Vuestra mira no debe desviarse de lo que está bajo tierra y bajo mar.
6. Jamás haréis mención de que el provecho cabal de esos veneros les hubiera asegurado creciente riqueza, numerosos empleos, comida abundante y barata y transporte y energía totalmente competitivos.
7. No tomaréis un solo día de reposo en vuestros afanes. Quién de vosotros lo tomare, será separado de mi presencia y de mi protección.
8, Maldito será aquél de vosotros que traicione nuestra misión tomando partido con el infiel porque será enviado en cadenas al Adversario.
9. Emplead todas vuestras artes en vencer a los infieles empeñados en sacar el beneficio integral de lo que queda de su mal aprovechada heredad.
10. Proceder, pues con toda celeridad a cumplir estos mandamientos antes de que los infieles terminen de derrochar su mermada heredad.
En esos términos dictó Satanás su venganza, y raudos cual gacelas del averno y quinta columnistas que los acompañan, pusieron manos a la obra bajo la tozuda supervisión del patrón y la indiferente actitud de la tribu.
*Fue subgerente de petroquímica y gerente de refinación de Petróleos Mexicanos (Pemex). Laboró en la empresa durante 30 años. Es miembro del Grupo de Ingenieros Pemex Constitución del 17.