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En la última Conferencia de las Partes (COP29), el Gobierno de México se comprometió a alcanzar la meta de cero emisiones netas (Net Zero) para 2050. Por otra parte, en 2025, el país planea que su matriz energética incluya entre el 32% al 45% de capacidad de generación limpia para 2030, como parte de su transición hacia un modelo energético sostenible.
Dentro de este contexto, la energía eólica es una de las tecnologías clave para cumplir estos objetivos.
La energía eólica es uno de los pilares de la transición energética en México gracias a su abundancia en regiones estratégicas y su competitividad económica. Según la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), a diciembre de 2024, México contaba con 7,782 MW de capacidad instalada, lo que representa aproximadamente el 8% de la capacidad de generación eléctrica total y produce el 5.68% de la energía consumida en el país. Este desarrollo contribuye directamente a los compromisos del país bajo el Acuerdo de París.
México tiene un potencial eólico estimado en más de 50 GW terrestres y arriba de 200 GW marinos, concentrados principalmente en regiones como el Istmo de Tehuantepec, la Península de Yucatán, Baja California y el noreste del país. Estas zonas cuentan con velocidades de viento con la calidad necesaria para la producción de energía limpia. La explotación de este recurso permite incrementar la diversificación de la matriz energética nacional y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
“México tiene un potencial eólico estimado en más de 50 GW terrestres y arriba de 200 GW marinos”.
La generación de energía eólica evita la emisión de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año. Según la AMDEE, en 2024, los parques eólicos mexicanos lograron evitar la emisión de aproximadamente 9 millones de toneladas de CO2, equivalente a retirar de circulación más de 2 millones de vehículos. Este impacto positivo refuerza el papel de la energía eólica en la descarbonización del sector energético.
El sector eólico en México ha atraído inversiones significativas de empresas nacionales e internacionales. El monto en el sector alcanza más de 13,000 millones de dólares en proyectos eólicos. Estas inversiones no solo impulsan la economía, sino que también generan empleo local en construcción, operación y mantenimiento de parques eólicos, especialmente en comunidades rurales.
La integración de la energía eólica a la red eléctrica de México es una oportunidad para su refuerzo y expansión. El crecimiento de esta fuente renovable impulsa las inversiones en infraestructura de transmisión que permiten transportar energía desde zonas de alta generación hacia centros de consumo en el centro y norte del país.
La energía eólica es una de las tecnologías con mayor crecimiento esperado en el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2024 – 2038, el cual busca incorporar significativamente la capacidad renovable en la matriz energética.
La energía eólica es una de las fuentes más económicas de generación eléctrica en México, con costos nivelados de energía (LCOE) que compiten con las plantas de ciclo combinado de gas natural. Según datos de Lazard, sus costos nivelados han decrecido en 64% en los últimos 15 años. Esto permite que en un ambiente competitivo y despacho económico, las centrales eólicas contribuyan a mantener precios eficientes de la energía, beneficiando tanto a los consumidores finales como a la industria.
El importante reto de alcanzar la neutralidad en materia de emisiones implica la necesidad de que la matriz energética incorpore un mayor porcentaje de energías renovables. La estabilidad regulatoria, el acceso a financiamiento, una Red Nacional de Transmisión robusta son claves para generar mayor inversión y contribuir a reducir los efectos del Cambio Climático.
*/ Mauricio Herrera es ingeniero electricista, maestro en Economía y especialista en Macroeconomía Aplicada por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Se ha desempeñado por más de 15 años como especialista en regulación económica.
Tiene experiencia en diseño de instrumentos regulatorios, análisis y aplicación regulatoria en mercados eléctricos de corto y mediano plazos y de mecanismos de promoción de energías limpias. Participó en el desarrollo de los principales instrumentos regulatorios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y coordinó las actividades del grupo de expertos encargados de su vigilancia.
Internacionalmente, en el área de Competencia Económica, coordinó una serie de estudios de competencia en sectores regulados y colaboró en la elaboración de las principales resoluciones de concentraciones económicas en electricidad, banca, telecomunicaciones y otros.
Ha sido consultor nacional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, disertante en la Reunión Anual de Expertos en Competencia IGE en Ginebra, Suiza, y pasante en la Comisión de Competencia, Suiza.
Tiene experiencia en regulación del sector telecomunicaciones, incluyendo la coordinación de estudios para la implementación de TV Digital, para el desarrollo de mecanismos de subasta de espectro radioeléctrico y para fortalecer la información disponible para la industria y el público.
Actualmente funge como director adjunto en la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).
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