Redacción / Energía a Debate
Apostar a la refinación y eliminar las exportaciones petroleras, como lo ha propuesto Andrés Manuel López Obrador, implicaría bajar la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del país, ya que el flujo de efectivo de Pemex sería más volátil bajo el nuevo modelo de negocio enfocado a la refinación, advirtió Nymia Almeida, analista líder de Pemex de la calificadora Moody's, en conferencia con medios.
Si se da prioridad a la refinación y si no se invierte lo suficiente en exploración y producción, Pemex se vería forzado a importar crudo, situación que sumaría todavía más a los riesgos cambiarios y de flujo de efectivo, afirmó.
Se busca la autosuficiencia, pero “¿qué prefieres, vender petróleo y comprar gasolina o producir gasolina y comprar petróleo? (…) Desde el 2016 se está ganando dinero en exploración y producción y se está perdiendo dinero en refinación. ¿En cuál de esas cadenas productivas ganas más dinero, en qué vale la pena invertir para que te dé más réditos?, ésa es la disyuntiva”, opinó.
Almeida explicó que si Pemex deja de exportar quedaría expuesta a mayor volatilidad de tipo de cambio, ya que sus ingresos por la venta de gasolinas serían en pesos mexicanos, mientras que el 87% de su deuda, por 104 mil millones de dólares a junio de 2018, está denominada en dólares estadounidenses y otras monedas duras.
“El nivel de utilización de las refinerías en México es del 35%, su nivel más bajo, por otro lado el barril de petróleo está a 80 dólares. Si estoy ganando dinero en exploración y producción y vendiendo y exportando mientras que en refinación estoy perdiendo, es muy fácil la decisión, refirió.
“Hay una agenda clara sobre autosuficiencia de combustibles. No sé si es la mejor decisión de negocios. Aunque la demanda existe, falta que sea rentable, los números nos dicen que no es, pero no significa que no lo sea para nadie, puede serlo para empresas que son muy eficientes. Si se decide cambiar el modelo de negocios y se es más eficiente y cuidadoso con los gastos, el éxito no es imposible, pero no es común en empresas de gobierno”, manifestó.
La pérdida de los ingresos petroleros para Pemex privarían al gobierno de casi 2% del PIB y podría ampliar considerablemente el déficit fiscal de México, concluyó la analista de Moody?s.