Los precios internacionales del petróleo se mantienen lejos del nivel de los 80 dólares por barril, debido a las presiones por la pandemia en China y los desafíos de reapertura de la economía, expone el banco privado Julius Baer.
“El nuevo año comienza como terminó el anterior, con temores de una recesión acechando al mercado del petróleo y presionando los precios por debajo de los 80 dólares”, menciona la institución financiera en un análisis.
En este sentido, advierten que es necesario que el potencial de recuperación de la demanda petrolera en China no se sobreestime, porque los reveses recientes fueron limitados, el mercado inmobiliario enfrenta dificultades estructurales y la demanda de combustible vehicular está expuesta a una rápida electrificación.
“La publicación de las cuotas de exportación de esta semana, que otorga otro impulso en las ventas de productos petrolíferos en el extranjero para las refinerías de ese país, podría haber aumentado la presión sobre los precios”, añaden.
Al analizar el panorama general, el banco estima que el mercado del petróleo parece ser un reflejo de algunos de los temas económicos generales de la actualidad.
En primer término, señala Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Next Generation del banco, la fase de reabastecimiento del ciclo de reposición de inventarios parece haber terminado, silenciando la demanda temporalmente.
Además, la falta de datos de almacenamiento adecuados, especialmente en China y los mercados emergentes, añade un cierto grado de incertidumbre. Existe una brecha entre el almacenamiento modelado y el observado, lo que alimenta una discusión entre los observadores sobre barriles perdidos. La reposición de inventarios también alimentó las presiones de la cadena de suministro en 2022.
En segundo lugar, “la relajación de los precios de la energía en general enfría significativamente la inflación al menos en esta parte de la canasta de consumo en sentido amplio. Los precios de la energía entrarán en una fase de fuerte deflación simplemente al caer por debajo de los niveles de hace un año. La desinflación en lugar de la inflación podría ser la sorpresa económica en 2023”, añade Norbert Rücker.
El especialista asegura que la demanda está ampliamente estancada y la oferta del hidrocarburo presenta un aumento marginal a medida que se relajan las restricciones políticas.
Añadió que el ruido geopolítico sigue siendo elevado, pero el petróleo ruso aún encuentra su camino hacia los compradores y la caída de la producción en parte es absorbida por una caída de la demanda interna.
“Los precios del petróleo podrían recuperarse un poco a medida que mejore el estado de ánimo a corto plazo, pero los fundamentos apuntan a precios aún más bajos a largo plazo”, precisó Rücker.