Mis primeros pasos en los temas de ahorro y uso eficiente de la energía los di en el Programa Nacional para el Uso Racional de la Energía Eléctrica (Pronuree) de la CFE, que fue creado a principios de los ochenta y al que me incorporé en febrero de 1985. Era un programa de alcance muy limitado, concentrado en pláticas en escuelas, semanarios y conferencias.
Fue allí, en el año de 1987, que llegaron rumores de que al equipo del Pronuree nos iban a comisionar a la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal (SEMIP) para establecer un organismo federal para el tema del ahorro de energía, quizá reflejo de que se estaba negociando un préstamo del Banco Mundial para financiar la construcción de dos grandes hidroeléctricas y donde se incluirían recursos para iniciar actividades de ahorro de energía.
En febrero de 1988 me fui a vivir a California y perdí contacto cercano con los colegas de la CFE, por lo que en los siguientes años lo vi de lejos, en particular el nacimiento de las grandes instituciones de ahorro de energía en México que ocurrió en el plazo de un año entre, 1989 y 1990.
Tras la llegada de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia, en 1989, se redacta el Plan Nacional de Desarrollo de esa administración, inmediatamente se produce el Programa Nacional de Modernización Energética 1990-1994 y se crea, el 28 de septiembre, la Comisión Nacional de Ahorro de Energía (Conae) como una comisión intersecretarial, y la entonces SEMIP, que supervisa a la Conae, toma el liderazgo del tema del ahorro de energía a nivel nacional.
Parte de los recursos para llevar adelante trabajos de identificación de potenciales (de cogeneración en particular) y de preparar la elaboración de normas de eficiencia energética, vinieron del préstamo del Banco Mundial. Otros recursos llegaron de la cooperación técnica internacional, particularmente la europea, que permitió estudios sectoriales en la industria y unidades regionales de promoción. Sin embargo, el gasto corriente se cubrió con aportaciones de los organismos y dependencias en la comisión, arreglo que se tambaleó a la llegada de Ernesto Zedillo a la Presidencia (al grado de considerar eliminarla) pero que logró superar hasta convertirse en órgano desconcentrado en 1999.
Por su parte, el Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (PAESE) sustituye al Pronuree y se repliega hacia dos áreas y con poco presupuesto: una interna del sector eléctrico y otra externa dirigida a los diversos usuarios que presentan mayores potenciales de ahorro.
Sin embargo, aquí aparece el Ing. Mateo Treviño Gaspari que promueve y logra la creación del Fideicomiso de Apoyo al Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrica (Fide) con el fin de apoyar las acciones de ese programa. En un arreglo que fue muy novedoso en su momento, el patrimonio inicial del Fide se integró con aportaciones voluntarias del sector privado del 0.2 % de todos los pedidos y contratos que convinieran con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, instituciones que a su vez se comprometieron a aportar una cantidad igual. Hubo también una aportación adicional del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana. Estos recursos sirvieron, al principio, para cientos de proyectos demostrativos.
Finalmente, y por las presiones que ya se tenían en CFE en Mexicali por las altas facturaciones resultado del uso necesario e intensivo del aire acondicionado, pero también por la necesidad de buscar mecanismos para limitar el crecimiento de los subsidios, el 19 de octubre de 1990 se crea el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica mediante el Acondicionamiento Térmico de la Vivienda (Fipaterm), administrado por la CFE.
Así, en un lapso de prácticamente un año se crean cuatro instituciones dedicadas al ahorro y uso eficiente de la energía que –esto es muy importante– siguen vigentes y activas más de 35 años después.
“Así, en un lapso de prácticamente un año se crean cuatro instituciones dedicadas al ahorro y uso eficiente de la energía que –esto es muy importante– siguen vigentes y activas más de 35 años después”.
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