Ulises Juárez / Energía a Debate
El advenimiento de nuevas tecnologías, como el análisis del big data, el Internet de las cosas, la robótica y el blockchain, permite el surgimiento de nuevos modelos de negocio solares completamente nuevos, así como la mejora de los modelos existentes, lo que los hace más rentables.
Lo anterior se desprende del reporte “Digitalización y energía solar”, edición México, elaborado por la Agencia de Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (GIZ), junto con la Asociación Mexicana de Energía Solar (Adolmex) y la asociación Solar Power Europe (SPE), documento presentado esta mañana.
El reporte explora las oportunidades de mercado de la digitalización que puede aprovechar la energía solar en México a partir de las potencialidades propias del país, así como de las experiencias de otras naciones como Estonia, Dinamarca, Suiza, Francia, Alemania, Grecia, Lituania y Reino Unido mediante la exposición de casos de éxito.
En el documento también se plantean ocho compromisos de la industria solar fotovoltaica para la digitalización, que en resumen contemplan que los beneficios del sector sean mejor distribuidos a la sociedad.
Se establecen proveer más y mejor información al llamado “prosumidor”, mayor difusión de la información sobre el mercado eléctrico, y mayor colaboración con los operadores de redes para desarrollar redes inteligentes y estables.
Se busca, asimismo, el uso de las tecnologías digitales para lograr una reducción de los costos de la energía, trabajar con autoridades en materia de regulación y permitir una transferencia de información segura y confiable, además de la protección de los datos personales.
El último compromiso se refiere a la compartición de las experiencias exitosas del uso de la digitalización en la industria solar fotovoltaica.
En la presentación del documento, Aurélie Beauvais, directora de Políticas de la SPE, explicó que los nuevos modelos de negocio se sustentan en tres pilares: nuevos modelos de autoconsumo de energía; desarrollo de objetos y medidores inteligentes, y nuevos modelos de remuneración para las redes de transporte y distribución eléctricas.
Por su parte, Karla Cedano, del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, se pronunció por el desarrollo de nuevos negocios en donde puedan participar los sectores sociales más olvidados, incluso sin la intervención del gobierno.
“Ya es hora de que participemos todos, no necesariamente el sector público. (Que estemos) la academia, empresarios, comunidades, etcétera”, dijo la especialista.