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México está “a muchos pasos detrás” de Estados Unidos y Canadá en la transición energética y necesita construir más infraestructura para permitir que el gas natural sirva como un puente hacia un futuro con un mayor uso de energías renovables en la producción de energía, dijo la directora ejecutiva de IEnova, Tania Ortiz Mena.
Durante una cumbre patrocinada por el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, Ortiz Mena caracterizó la dinámica más como una oportunidad que como un desafío para un país que importa de Estados Unidos alrededor de 70% del gas que consume.
Un mejor compromiso de la comunidad es la clave, dijo, para generar el apoyo necesario para construir más tuberías y transmisión para facilitar la transición energética. Eso significa reconocer, no evitar, el impacto de las emisiones de combustibles fósiles en el cambio climático, añadió.
“El hecho es que la infraestructura energética, incluso la más limpia, tiene un impacto ambiental y tiene un impacto social”, consideró Ortiz Mena.
Es importante compensar y mitigar los impactos a largo plazo en las comunidades por el desarrollo de más infraestructura energética en México, agregó.
“Las empresas de energía tienen una responsabilidad muy seria, realmente para sobrevivir”, subrayó.
El mes pasado, IEnova, la unidad mexicana de Sempra Energy con sede en California, dijo que está considerando oportunidades para aumentar las exportaciones de electricidad a Estados Unidos a través del desarrollo de nuevas plantas de energía solar y eólica en el norte de México.
IEnova tiene tres divisiones: gas natural, almacenamiento y energía; las dos primeras dan cuenta de más de 90% de las utilidades, según los informes financieros de la empresa. La división de energía posee plantas en todo México, algunas de las cuales exportan electricidad a Estados Unidos.
En ese momento, Ortiz Mena informó que el proyecto de IEnova para agregar capacidades de licuefacción en su terminal de regasificación en Energía Costa Azul en la costa del Pacífico de México sigue siendo la principal prioridad.
La primera fase, que se encuentra en construcción, tendrá una capacidad inicial de exportación de 2,5 millones de metros cúbico al año. La segunda fase, que requiere importantes mejoras en la red, se diseñaría para 12 millones de metros por año de capacidad.
Durante la cumbre de energía de Columbia, Ortiz Mena citó el proyecto ECA como un éxito en los objetivos de infraestructura de la compañía, aunque reconoció que México, en general, tiene más trabajo por hacer para construir su red energética, especialmente cuando se trata de la transición energética.
“Estamos unos pasos por detrás, o muchos pasos por detrás de Estados Unidos y Canadá”, dijo. “Pero hoy estamos en una buena posición”.