Este texto se escribe antes de conocer el contenido del Cuarto Informe de Gobierno, pero con la certeza de que los datos que aquí daré no los escuchará en el mensaje ni en la glosa del Informe de Gobierno.
“…los datos que aquí daré no los escuchará en el mensaje ni en la glosa del Informe de Gobierno”.
¿Qué ha pasado con los proyectos de energías renovables en el país?
Es fácil, el gobierno licita y construirá un parque solar de mil megawatts en Sonora y eso es lo que escuchará usted, querido lector. Es más, le dirán con grandilocuencia que es el parque solar más grande de América Latina.
Lo que no le dirán es que hay más de 2,000 megawatts de capacidad de generación solar y eólica instalada que está lista para entregar energía de bajo costo a la red y que el gobierno no les ha dejado operar.
En otras palabras, el Informe no le dirá que gracias a esto mantienen en operación centrales eléctricas más caras y contaminantes que suben el costo de la energía tanto para la propia CFE, como para el mercado eléctrico y los usuarios pequeños.
Tampoco le dirá que con ese bloqueo a las inversiones, el gobierno está evitando que los dueños de las tierras donde están construidos esos parques tengan mejores ingresos por las utilidades de la generación eléctrica. O sea, el Informe no dirá –aunque sí sucede– que el gobierno decidió que primero los pobres… se queden esperando mejorar sus ingresos.
El gobierno tampoco dirá que con su bloqueo a proyectos de transmisión evitó la construcción y operación de más parques en el Istmo de Tehuantepec; es decir, que evitó que más personas puedan rentar sus tierras a empresas para que construyan más centrales de generación eólica, con lo que podrían recibir dinero y seguir usando sus terrenos en otras actividades compatibles.
Evitó también que el crecimiento económico de dos dígitos se extienda más sobre el Istmo; en otras palabras, impidió que llegaran inversiones a Oaxaca, entidad tan visitada por el presidente, por lo que obstaculizó la mejorar de las condiciones económicas de las comunidades de la zona e incluso que salieran de la pobreza.
Otra cosa que no escuchará en el Informe es que se han frenado proyectos como la línea de transmisión de Playa del Carmen a Chiapas y que con ella se podrían evitar los apagones que ha sufrido la Península de Yucatán, cada vez más frecuentes.
Tampoco leerá que el proyecto solar de Puerto Peñasco requiere de una línea que ya estaba planeada y cuya licitación cancelaron hace cuatro años. La otra cosa que no le dirán es que el proyecto que cancelaron era superior al actual, puesto que el anterior sí interconectaba totalmente los dos sistemas eléctricos, el Nacional y el de Baja California. Y menos escuchará en el Informe que este proyecto requerirá de recursos del Estado mientras que el otro no comprometía liquidez de la hacienda pública.
Un punto importante que no leerá ni escuchará en el Informe es el golpe a la industria.
Ni el presidente ni el documento le contarán la cantidad de permisos de generación frenados, los miles de megawatts que no han permitido instalar a las empresas, las cuales producirían energía barata para el mercado o simplemente para su propio consumo, además de generarla a más bajos costos y evitar el uso de combustibles contaminantes.
Otra cosa que seguro el gobierno no le contará es que están frenando la transición energética. No dirá que con sus medidas, prácticamente está sentenciando al país a incumplir los acuerdos internacionales y, al contrario, México pondrá su granito de arena para acelerar el cambio climático.
Algo más que no escuchará en el Informe es que PEMEX ha incumplido sus metas de producción de petróleo, o la cantidad de accidentes que hay en las refinerías; tampoco le contarán que han subsidiado los combustibles, beneficiando principalmente a los que más recursos tienen, gastando o dejando de recaudar una cantidad similar al presupuesto de al menos cuatro Secretarías de Estado.
Es poco probable que en el Informe le presuman los sobrecostos de Dos Bocas, o que le comuniquen que la falta de conocimiento de quienes están a cargo del proyecto generó esos sobrecostos. Es decir, que no fue por corrupción, nomás fue incapacidad.
Y el gran problema con las noticias en el sector energético no es tampoco lo que no le van a informar, sino que le van a vender que ya “rescataron” a PEMEX y a CFE, cuando las condiciones de la primera no son nada buenas y su deuda continúa creciendo, así como sus problemas operativos, en tanto que la segunda tenía ganancias en el sexenio pasado pero ahora ya muestra números rojos e incremento de subsidios. Y, por supuesto, no podrán faltar las promesas de lo que “van a hacer”, aunque la realidad es que ya llevan cuatro años en el gobierno y aún no lo han hecho.
Si tiene usted algún amigo en la administración pública, recuérdele, por favor, que ya llevan cuatro años en el gobierno. A lo mejor no se ha dado cuenta de que ya terminaron las campañas y hace dos años que debieron implementar sus proyectos y ahora tendrían que ir concluyendo algunos. Y, por favor, recuérdele que a estas alturas ya deberían dejar de echarle la culpa al pasado “neoliberal”. Digo, en cuatro años algo se debió de haber hecho, ¿no?
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