Por primera vez en la historia moderna ha habido un declive sostenido en la demanda de cualquier combustible fósil en el mundo, encontró la empresa energética BP en su más reciente informe Energy Outlook (Perspectiva Energética) 2023.
De acuerdo con el documento, presentado el día de ayer, el papel de los hidrocarburos disminuye a la vez que el mundo transita a fuentes de energía bajas en carbono.
En este sentido, BP proyecta que la participación de los combustibles fósiles en la energía primaria mundial declinará de 80 por ciento que tenía en 2019, a un rango de entre 55 y 22 por ciento para 2050, mientras que las energías renovables aumentarán su porcentaje de alrededor de los 10 puntos al 35-65 por ciento en el mismo periodo.
Esto se deberá a la mejora de la competitividad de los costos de las energías renovables, junto con la creciente prevalencia de políticas que alientan un cambio hacia la energía baja en carbono, explica la firma británica.
La presentación del Energy Outlook 2023 estuvo a cargo de Michael Cohen, Chief Americas Economist, Head Oil and Refining, Strategy, Sustainability and Ventures de BP.
En el evento, Angélica Ruiz, presidenta y directora general de BP México, sugirió que el documento no pretende ser preciso, debido a que el sector está en constante cambio, principalmente por el factor de la tecnología.
“Creo que es una manera bastante humilde de decir por más que sean más de 20 economistas tratando de desarrollar los escenarios, estamos tratando de predecir algo que va cambiando mucho con el tema de la tecnología”, dijo ante los asistentes.
En su mensaje, Ruiz estimó que la Inflation Reduction Act, la ley para reducir la inflación impulsada por la administración del presidente norteamericano Joe Biden, podrá influir en la reducción de los costos de la tecnología renovable y, por tanto, con un impacto en México.
De esta manera, la directiva confió en que, de la misma forma en que en solo cuatro años el costo de las energías renovables descendió de tres dígitos a dos, así sucederá con el costo del hidrógeno verde.
“Para mí es un pronóstico del gobierno de qué va a pasar con la energía en los siguientes cinco años y una puesta de inversión en capital”, apuntó.
En su presentación, Cohen explicó que, para el análisis del mercado de la energía global con visión al 2030 y al 2050, el documento plantea tres escenarios: Acelerado, Cero Neto y Nuevo Momento.
“Estos escenarios no son predicciones de lo que es probable que suceda o de lo que a BP le gustaría que sucediera”, aclaró el informe.
Más bien, apunta, los escenarios exploran las posibles implicaciones de diferentes juicios y suposiciones sobre la naturaleza de la transición energética y las incertidumbres en torno a dichos juicios.
Agrega que se basan en tecnologías existentes pero no consideran el posible impacto de tecnologías que sean completamente nuevas o desconocidas.
El documento también destaca que, en los tres escenarios, el ritmo al que la energía renovable penetrará en el sistema energético global será más rápido que el de cualquier combustible anterior en la historia.
Asimismo, subraya que la creciente importancia de las energías renovables se sustentará en la continua electrificación del sistema energético.
“La participación de la electricidad en el consumo total de energía final aumenta de alrededor de un quinto en 2019 a entre un tercio y medio para 2050”, afirma.
Respecto al uso del hidrógeno en el sector energético, BP estima que la descarbonización del sistema energético, especialmente en los escenarios Acelerado y Cero Neto, “está respaldada por el uso creciente de hidrógeno bajo en carbono en procesos difíciles de reducir que son difíciles o costosos de electrificar”.
“La proporción de energía primaria utilizada en la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono aumenta entre un 13 y un 21 por ciento para 2050 en aceleración y cero neto”, se lee en el documento.
Efectos de la guerra en Ucrania
BP considera que el conflicto entre Rusia y Ucrania tendrá un efecto persistente en el paso del sistema energético global, haciendo que la atención se centre en tres factores: la seguridad energética, el debilitamiento del crecimiento económico, y el cambio en la mezcla de los abastos de energía.
Con respecto al primer punto, la empresa plantea que las preocupaciones sobre la escasez de energía y la vulnerabilidad ante los eventos geopolíticos hace que los países y regiones se esfuercen en reducir su dependencia de la energía importada y, por el contrario, consuman más energía de producción nacional.
En este punto, agrega, las fuentes renovables tienen un papel estratégico porque consisten en energía que se produce y consume en el lugar.
En este mismo renglón se encuentra el hecho de que se da un mayor incentivo para mejorar la eficiencia energética, reduciendo la necesidad de todo tipo de energía.
En cuanto al crecimiento económico, BP señala que los precios más altos de los alimentos y de la energía, asociados a la guerra entre Rusia y Ucrania, han contribuido a una fuerte desaceleración del crecimiento económico mundial.
Igualmente prevé que, más adelante, la guerra reducirá un poco el ritmo de la integración y del comercio mundial, ya que los países y las regiones intensifican su enfoque en la resiliencia interna y reducen su exposición a las crisis internacionales.
“Este ritmo más lento de globalización conduce a una pequeña reducción en el crecimiento económico promedio durante los próximos 30 años”, adelanta.
Por último, la Perspectiva se centra en los suministros energéticos rusos, cuyo futuro califica como inciertos y, por lo pronto, se reducen persistentemente.
“A corto plazo, esto refleja el impacto de las sanciones voluntarias y obligatorias sobre las exportaciones energéticas rusas. Más allá, se deriva de la suposición de que las sanciones que afectan el acceso de Rusia a la inversión y las tecnologías extranjeras se suavizan solo gradualmente”, asegura.
Consulte aquí el BP Energy Outlook 2023.