En un sector de muy alto riesgo operativo, como lo es el petrolero, es fundamental procurar las mejores condiciones de seguridad e higiene en el trabajo. De allí que llame la atención que en la operación de Pemex, el índice que mide el número de accidentes incapacitantes, por millón de horas de exposición al riesgo de los trabajadores (índice de frecuencia), empeoró significativamente al pasar de 0.37 a 0.58, entre el cuarto trimestre de 2021 y el correspondiente de 2022. Es decir, hubo un incremento del ¡56.7%! En consecuencia, el total de días perdidos por millón de horas-hombre trabajadas (índice de gravedad) se incrementó notablemente, al pasar de 27 a 37 días en ese mismo lapso: un preocupante aumento del 37%.
En la medición anual, el índice de frecuencia pasó de 0.35 en 2021, a 0.49 en 2022: un incremento del 40%. De su lado, el índice de gravedad aumentó 45% en el mismo lapso, al pasar de 20 a 29 días. De hecho, Pemex reporta el peor índice de frecuencia anualizado desde 2013 (cuando fue de 0.58) y el mayor índice de gravedad de accidentes desde 2015 (31 días). Además, ambos índices han empeorado por tercer año consecutivo tras haber alcanzado en 2020 sus mejores valores desde 2011, lo que hace más evidente su deterioro. El índice de frecuencia pasó de 0.24 en 2020 a 0.49 en 2022, ¡104.1% de incremento en dos años! El caso del índice de gravedad es aún peor: pasó de 13 a 29 días en el mismo lapso, es decir, aumentó en un ¡123%!
En el caso de la refinería de Deer Park, de acuerdo con el reporte de resultados del tercer trimestre de 2022, ambos índices fueron iguales a cero. Sin embargo, en el reporte del cuarto trimestre del mismo año, se consigna un índice trimestral de frecuencia de 0.63, mientras que el índice de gravedad se mantiene en cero. Anualizado, el índice de frecuencia también es de 0.63, pero el de gravedad se eleva a 28.72. Tal vez estemos en presencia de diferencias metodológicas que merecen ser aclaradas, pero es imposible no resaltar estos valores.
En todo caso, la evolución de ambos índices no puede ser vista sino como el reflejo de un grave deterioro de las condiciones generales en las que realizan sus funciones las y los trabajadores petroleros. También representa un marcado retroceso en materia de seguridad industrial, por lo que debe ser objeto de atención inmediata por parte de la administración de Petróleos Mexicanos. En este rubro que tiene relación directa con la preservación y cuidado de la integridad física de las y los trabajadores, resulta inadmisible anteponer consideraciones de austeridad republicana o ahorro presupuestal. Tampoco cabe regatear un genuino compromiso de la empresa con sus trabajadores. Recién celebramos (y conmemoramos) la Expropiación Petrolera. No olvidemos que esta se gestó en una huelga que, más allá de las reivindicaciones salariales, tenía en su centro la lucha decidida por mejores condiciones de trabajo e higiene en el sector.
“Resulta inadmisible anteponer consideraciones de austeridad republicana o ahorro presupuestal”.
Por otro lado, pareciera empezar a agotarse la eficacia de la estrategia de combate al robo de combustibles, el cual, aunque de manera exógena, está ligado a la seguridad industrial. Baste recordar los graves accidentes que ha provocado.
Durante el año 2022, el volumen promedio robado de combustibles fue de 6,100 barriles diarios, lo que produjo una pérdida estimada de 18,700 millones de pesos. En contraste, durante 2021 dichos valores fueron 3,600 barriles diarios sustraídos ilegalmente, con una pérdida estimada en 7,200 millones de pesos. Esto significa que el volumen de combustibles robados creció en un 69.4% y la pérdida asociada en un 159.7%, debido a los mayores precios de los combustibles en 2022. Si bien el volumen sustraído ilegalmente en 2022 es un orden de magnitud inferior al de 2018 (56,000 barriles diarios), lo cierto es que es menos de 5% inferior al de 2019 (6,400 barriles diarios), lo que debería conducir a revisar, ajustar y relanzar la estrategia de combate al coloquialmente conocido como “huachicoleo”, por razones económicas y de seguridad.
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