Es cierto que las petroleras privadas todavía no alcanzan los objetivos de producción planteados, como lo señalan constantemente en Palacio Nacional, pero también es cierto que en términos de resultados, les va mucho mejor que a Pemex.
Entre el promedio del año pasado y el promedio de agosto, la producción de las empresas privadas ha aumentado casi 10 por ciento, al alcanzar un promedio en el octavo mes del año, superior a los 109 mil barriles diarios de hidrocarburos líquidos.
A esto se suma que la petrolera italiana Eni se convirtió en la primera compañía en rebasar los 35 mil barriles de producción diaria, lo que significó, además, su tercer récord en el año.
Mientras tanto, en Pemex la producción está estancada. Particularmente, la extracción de petróleo se mantiene por debajo de 1.6 millones de barriles diarios, lejos, muy lejos de la promesa más reciente de dos millones de barriles por día.
Si hay quien señala que las rondas petroleras no sirvieron, con base en estos resultados ¿qué se podría decir de la estrategia del gobierno federal para “rescatar” a Pemex?
Táctica internacional efectiva
En el trimestre, el precio internacional del WTI subió casi 30 por ciento, y aunque hay muchos factores alrededor del fenómeno, hay que prestar atención a las acciones de dos países en particular.
Se trata de Rusia y Arabia. Estos países crearon un grupo ampliado de la OPEP hace más de siete años, pero su peso en el mercado se ha hecho patente en la actualidad.
Estos dos países producen aproximadamente 20 por ciento de todo el petróleo del mundo. Por lo tanto, cualquier decisión de mercado que tomen de forma conjunta estos dos países, tiene un impacto significativo en el mercado.
En este caso, Arabia decidió bajar su tope de producción en un millón de barriles desde abril, al menos hasta el fin de este año. Por su parte, Moscú restringió las exportaciones de combustible para “balancear el mercado interno”.
Las decisiones de estos países hacen que la propia OPEP, la Agencia Internacional de Energía y la oficina de estadísticas energéticas de Estados Unidos adviertan un déficit petrolero en el mercado hacia fin de año. Esto podría elevar más el precio del hidrocarburo, que es justo lo que esperan en el hemisferio oriental, con las consecuencias que conocemos en materia de inflación.
Renovables, las grandes generadoras de empleo
Una de las estrategias principales para combatir la inflación por parte del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consiste en impulsar el desarrollo de las renovables.
Este sector está en auge y todavía tiene mucho espacio para crecer. En 10 años, el sector logró duplicar el número de empleos, al rebasar los 13 millones de trabajos en el mundo, al cierre de 2022, de acuerdo con IRENA y la OIT.
Pero para los organismos internacionales, es necesario echar más carne al asador y que las renovables no se limiten a generar más empleos, sino a que estas fuentes laborales cuenten con criterios incluyentes y con un enfoque social.