Los precios del gas natural han bajado más de 10 por ciento en Estados Unidos y Europa, debido a que el pronóstico del tiempo a corto plazo prevé temperaturas inusualmente templadas en gran parte de América del Norte y Europa, lo que limita la demanda de combustibles para calefacción, señaló el banco privado Julius Baer.
Por una parte, la oferta es superior a la esperada, pues la producción en Estados Unidos sigue creciendo, a pesar de la caída en la actividad de perforación a principios de este año.
“La fuerza en la producción de shale en Estados Unidos eleva parcialmente los suministros asociados de gas natural”, comentó Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación en Next Generation del banco.
Además, en Europa, las importaciones desde Noruega, desde el extranjero e incluso desde Rusia, entregadas a través de Ucrania, han alcanzado máximos de varios meses.
“Como consecuencia, los niveles de almacenamiento deberían permanecer bien abastecidos. Los inventarios por encima del promedio actual podrían durar más allá de la temporada de calefacción y ofrecer un sólido colchón contra cualquier oleada de frío próximo. Basándonos en estas tendencias, recortamos nuestras previsiones para los precios del gas natural en América del Norte”, explicó el especialista.
La caída de los precios provocará que los costos del gas compiten con los bajos costos del carbón y, por lo tanto, un aumento en la demanda de las plantas de energía debería proporcionar un soporte a los precios.
Para Europa, la presión a la baja en los precios será mayor.
“El mercado mundial del gas natural parece encaminarse hacia un mercado favorable para los compradores. La disponibilidad de suministro está mejorando, con nuevas terminales de exportación en funcionamiento. Al mismo tiempo, la expansión de las energías renovables y el cambio de China al carbón por razones de seguridad energética, frenan la demanda de gas natural tanto en Europa como en Asia”, dijo Rücker.
En este contexto, el banco prevé que los precios se encaminen a 25 euros por megawatt hora el próximo año, un nivel que refleja un mercado mundial bien abastecido donde los precios están determinados por los costos de producción y envío, más que por la disposición de pago de los compradores.