Redacción / Energía a Debate
La generación de energía eléctrica ya no es el área proyectada de mayor crecimiento de gas natural, aun cuando actualmente es el sector a nivel mundial con mayor consumo, asegura la Agencia Internacional de Energía (AIE).
De acuerdo con el informe World Energy Outlook 2017, editado por la Agencia, la competencia con otras fuentes de generación eléctrica, en particular las renovables, es feroz.
En vez de ello, asegura el documento, en un escenario de nuevas políticas, el crecimiento más grande en la demanda del gas proviene de la industria.
Sin embargo, la Agencia considera que el mundo continúa en una época dorada del gas natural, la cual comenzó hace unos siete años.
?La idea de una ?era dorada? fue construida en unos cuantos pilares. Del lado del abasto, la tesis principal fue que la abundancia de las fuentes de gas no convencional ayudaría a bajar los costos de abastecimiento, haciendo al gas más atractivo y accesible a nivel mundial?, explica el documento.
?Del lado de la demanda, los elementos principales fueron una ambiciosa política que promovía el gas en China, un menor crecimiento de la generación nuclear y más uso en el transporte sobre ruedas?, agrega.
Siete años después, la mayoría de estos pilares siguen vigentes, añade la Agencia. Los niveles de precio actuales están mucho más en línea con los de aquella época, ya que China tiene reservado un papel estratégico para el gas en su política energética, y el panorama para la energía nuclear, por su parte, de hecho se ha esfumado en cierta forma. Sin embargo, la única área donde el gas no ha ganado mucho terreno es en el transporte sobre ruedas, en el cual los vehículos eléctricos han tomado la delantera.
Ahora bien, del lado de la industria del gas natural no hay mucho optimismo, al menos fuera de los Estados Unidos. El WEO expone que la demanda se ha reducido considerablemente en el periodo desde 2011, de un promedio de 2.8% anual entre 2000 y 2010, a un 1.4% entre 2011 y 2016.
Otros factores que apunta el documento son que los precios bajos exprimieron las ganancias, los modelos tradicionales de negocios han sido cuestionados sin que nadie esté seguro de qué es lo que los reemplazará, y el panorama competitivo se ha hecho significativamente más complejo ahora que los socios rivales del gas, como el carbón y en menor medida el petróleo, se han estado uniendo por las creciente fuerzas de las energías renovables y la eficiencia energética.
En este contexto, el WEO plantea tres tendencias mundiales para el gas natural. La primera se refiere a que China y otros mercados emergentes se posicionarán como los grandes consumidores de gas en el futuro.
Tan solo China, apunta el estudio, representó 30% del consumo mundial de gas en 2017 con más de 30 mil millones de metros cúbicos (mmm/mc) del total de cerca de 120 mmm/mc. Esto refleja un cambio estructural en la economía china que se mueve a fuentes de energía más limpias.
En el Escenario de Nuevas Políticas para 2040, el consumo mundial de gas natural se expande a una tasa promedio anual de 1.6% para ese mismo año, inferior al 3% alcanzado en 2017 pero mucho más alto que la del petróleo que fue de 0.5% anual. La mayor parte del crecimiento se experimentó en países en desarrollo, liderados por China, la India y otras naciones de Asia.
Los retos, dice el reporte, son que mucho del gas necesita ser importado, con altos precios de transporte; requiere de infraestructura que normalmente no existe, y que los tomadores de decisiones y los consumidores son muy sensibles a los problemas de accesibilidad.
La segunda tendencia es que el gas para la generación eléctrica ya no es la oportunidad principal de crecimiento de la industria. El WEO asegura que solo donde se espera que los precios del energético sean muy bajos, como por ejemplo Estados Unidos, Rusia y otras partes de Medio Oriente, es comercialmente viable que las plantas a gas funcionen a tasas altas de consumo y provean electricidad base. En la mayoría de las regiones importadoras de gas, el papel primario de las plantas es proporcionar electricidad de carga media y en horas pico, implicando con ello un significativo menor uso del gas y menor quema.
Asimismo, el gas está desplazando a otros combustibles de uso doméstico, principalmente por una combinación de ventajas ambientales y de conveniencia, así como en el transporte, especialmente vehículos pesados.
La tercera tendencia es la competitividad. El documento apunta que si el gas natural desea mantener su presencia sobre todo en los mercados emergentes, deberá mantener lo más cerrada posible la diferencia de precio con otras energías alternativas, incluyendo la solar y la eólica. También se está ampliando el rango de nuevos proyectos y exportadores de gas, lo que aumenta el número de abastecedores para los usuarios.