Ulises Juárez / Energía a Debate
A la administración de Andrés Manuel López Obrador le tocará acelerar el proceso de descarbonización del país y en el 2020 plantear compromisos nacionalmente determinados (NDC) más ambiciosos para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Adrián Fernández Bremauntz, director ejecutivo de Iniciativa Climática de México (ICM), advirtió que, en la presente administración, México ha avanzado muy poco en el cumplimiento de sus metas de cumplimiento de mitigación del Programa Especial de Cambio Climático (PECC), derivadas del Acuerdo de París, por lo que el siguiente gobierno estará bajo “mucho escrutinio” desde el 1 de diciembre.
“El periodo para cumplir con esas metas del Acuerdo de París, estrictamente hablando, es del 2020 al 2030, lo cual no quiere decir que la administración del presidente Peña Nieto no debió haber hecho todos los esfuerzos por empezar a transformar los sectores productivos para en realidad empezar a encaminar una ruta de descarbonización”, dijo Fernández Bremauntz, durante un desayuno con medios de comunicación para presentar una revisión del Reporte Especial de 1.5 grados centígrados, elaborado por el Panel Intergubernamental de Expertos y Expertas de Cambio Climático.
Añadió que el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) hizo el año pasado una evaluación sobre los avances del cumplimiento de mitigación del PECC en el periodo 2012-2018, encontrando que dicho avance era de tan solo 30 por ciento.
Refirió también que, además, las metas planteadas en el PECC eran de por sí “muy modestas”, ya que representaban tan solo la tercera parte de la reducción de emisiones que México había planteado tentativamente a cumplirse antes del 2020. “Entonces, viene un PECC que ofrece un tercio de lo que debíamos, y la evaluación del propio gobierno dice que va a completar solo un tercio de ese tercio”, subrayó Fernández.
Sin embargo, destacó que el país realizó un buen planteamiento conceptual de las metas a perseguir, pero el cumplimiento ha sido lento. “Los mecanismos independientes internacionales que evaluaron a todos los países con monitoreo, reporte y verificación, que ya está produciendo evaluaciones independientes objetivas de cómo va cada país, muestran que México en implementación va muy despacio, que México no está bien en la implementación”.
Por ello, dijo, a Andrés Manuel López Obrador le tocará acelerar el paso en ese sentido. “El mundo estará revisando si las grandes decisiones de política pública son congruentes con un espíritu y un elemental entendimiento de lo que se requiere para descarbonizar el país”, previó el titular de ICM.
Respecto a la próxima jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, Adrián Fernández consideró que bajo su administración es posible que la capital del país se convierta en un “laboratorio de gran escala”, en donde se transformen en mayor escala las medidas positivas que ya se han implementado desde hace casi 20 años para mitigar el cambio climático y, con ello, convertirse en una influencia para el resto del país.
“La doctora Sheinbaum tiene los conocimientos y la voluntad política, el músculo político y el deseo de usar a la Ciudad de México para demostrar que sí se puede avanzar de manera muy importante. Además, convertirse en una influencia positiva para las políticas a nivel nacional para suavemente ir educando al resto de los tomadores de decisiones”, dijo.
En la conferencia, los especialistas alertaron sobre la necesidad de acelerar las acciones para reducir los riesgos del cambio climático y lograr la meta de evitar que la temperatura promedio del planeta se eleve en menos de dos grados centígrados, sino en 1.5 al 2050.
Al respecto, Andrés Flores, director de Cambio Climático y Energía de la WRI México, dijo sin embargo que el mundo no se está encaminando hacia limitar este incremento. Explicó que las emisiones de bióxido de carbono (CO2) proyectadas hacia el 2030 están entre las 52 y 58 giga toneladas (Gt/CO2), según cifras del World Resources Institute.
Los riesgos ambientales y para la población de reducir el aumento de la temperatura global de 2 a 1.5 grados son significativos, expuso Flores. Si la meta son los dos grados, 37 por ciento de la población del planeta estaría expuesta a calor extremo por lo menos una vez cada cinco años, porcentaje que se reduce a 14 por ciento si la meta es 1.5 por ciento.
En cuanto al aumento en el nivel del mar para 2100, con una meta de 1.5 grados se agregarían 0.4 metros al nivel actual, contra 0.46 metros en el escenario de dos grados, una diferencia de 0.06 metros.
Así, en el escenario de 1.5 solo 4 por ciento de especies vertebradas perderían la mitad de su distribución, contra 8 por ciento con meta a dos grados, el doble de la primera, misma proporción en el caso de las plantas, en donde se registrarían cifras de 8 por ciento para el primer escenario y 16 por ciento para el segundo.
Flores también expuso, entre otros, el permafrost en el Ártico que se derretiría. Con una meta de 1.5 grados, la cantidad perdida sería de 4.8 millones de kilómetros cuadrados, mientras que con los dos grados la cantidad sube a 6.6 km, una variable de 38 por ciento.
Explicó también tres estrategias claves para la descarbonización, según un modelo de World Resources Institute. Al cambiar los combustibles fósiles por eléctricos en la movilidad, el porcentaje de la electricidad aumentaría de 15 por ciento en 2015 a 50 por ciento en 2050.
Igualmente, al descarbonizar la generación eléctrica con fuentes limpias, la intensidad de las emisiones bajaría de 509 kilogramos de CO2 por megawatt-hora (kgCO2/MWh), a solo 2 kgCO2/MWh en el mismo periodo.
Por último, la intensidad de energía final del Producto Interno Bruto se reduciría de 3.4 megajoules por PIB (MJ/PIB) del 2014, a 1.1 (MJ/PIB), también entre 2015 y 2050.
Previamente, Andrés Flores expuso que el 2017 fue el año “No-Niño”, en referencia al fenómeno climático, más cálido y en el que se rompió el récord de número de huracanes presentes que dejaron como resultado 135 mil millones de dólares en pagos de seguros por pérdidas materiales.
Comentó, asimismo, que ese mismo año 38 millones de personas en todo el mundo salieron de la pobreza, que representa mayor consumo de energía y, por tanto, mayor extracción de hidrocarburos.
El documento fue presentado por Nora Patricia Muñoz, presidenta del Consejo de Cambio Climático; Leticia Merino, investigadora del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones (SUSMAI) de la UNAM; Jorge Castañeda, coordinador de Proyectos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y Jorge Villarreal, director de Política Climática y Transporte de ICM.
En el desayuno también se dio a conocer la participación de México en la COP 24, a realizarse en la ciudad de Katowice, Polonia, a partir del 3 de diciembre próximo.