Se analizaron los riesgos asociados con ambos combustibles
Gerardo Bazán Navarrete y Rodolfo Reyes Zavala*
El presente artículo es un resumen de las conclusiones del Análisis sobre la seguridad del gas natural y del gas licuado del petróleo en México, realizado por el Programa Universitario de Energía de la UNAM.
El objetivo de este trabajo fue analizar la seguridad, las características, ventajas y desventajas de usar gas natural (GN) y el gas licuado del petróleo (GLP) para los sectores residenciales, servicios y de transporte del país. Para este análisis, se consideró no sólo el factor económico en cuanto al costo de los servicios, sino que también se analizaron y cuantificaron las externalidades en toda la cadena de estos dos productos, entre los que se encuentran la confiabilidad y riesgo. Las conclusiones son las siguientes:
Ciclo de Vida. Los resultados del análisis de ciclo de vida de ambos combustibles, el cual consiste de un análisis técnico-económico-ambiental, que va desde la exploración y extracción de los hidrocarburos hasta la entrega del producto al usuario final, muestra más ventajas del GN con respecto al GLP, ya que existe una importante cuantificación sobre el factor de riesgo en el almacenamiento del GLP, actividad que no se presenta con el GN. Los costos del uso del GLP en comparación con el GN son más altos tanto para los consumidores como para las comunidades y municipios.
Normatividad. Con relación al análisis de la normatividad vigente para ambos combustibles en México, se concluye que las normas que aplican al GN son más estrictas debido a su distribución en grandes poblaciones en donde los análisis geológicos y de sismicidad juegan un papel relevante.
Externalidades. Al realizar el análisis comparativo entre el GN y el GLP, mediante el modelo ExternE, de la Unión Europea, se observó una disminución en la morbilidad y mortalidad por el uso del GN, como consecuencia de la reducción de los niveles del ozono y material particulado.
Accidentes. Los mayores accidentes, que resultan en pérdida de vidas humanas y económicas, se han dado con el GLP, comparativamente contra el uso del GN, sobre todo en instalaciones de almacenamiento masivo, incluyendo los vehículos que suministran el GLP tanto a usuarios como a instalaciones de ventas.
El GLP es uno de los energéticos más utilizados en México, que es la nación con el mayor consumo anual con 74 kg per cápita. En 2007, más del 75% de los hogares mexicanos utilizaron GLP como fuente básica de energía; siendo así, 9.02 millones de hogares se abastecieron del energético vía recipientes transportable (cilindros) y 8.33 millones, vía tanques estacionarios.
Riesgos del GLP contra el GN. Las características físico-químicas del GLP lo convierten en un producto que genera riesgos. Al igual que cualquier fuente de energía, su manejo, uso e incluso residuos (mala combustión), también presenta situaciones de riesgo.
Desde el punto de vista físico hay que distinguir los dos estados en los que se presenta: como líquido y como gas. El principal peligro potencial del GLP es el fuego. Esto deriva de su característica de alta inflamabilidad y en casos extremos puede combinarse con la característica de presión, que conduce al fenómeno BLEVE (explosión de vapores en expansión y líquidos en ebullición). Esta condición no se da en el manejo y el uso del GN, ya que se transporta y se distribuye en fase gaseosa al público y a la industria en México.
El GLP líquido puede causar quemaduras si se pone en contacto con la piel. Siendo el vapor del GLP más pesado que el aire, en caso de fugas, tiende a acumularse en espacios reducidos y en zonas bajas. La ventilación natural influirá en el movimiento y la dispersión del vapor del GLP. Una fuga de GLP líquido es considerada mucho más peligrosa, ya que al pasar de líquido a la fase gaseosa (vapor), su volumen se multiplica por un factor superior a 200. Siendo más pesado que el aire, el vapor tenderá a bajar al suelo con el riesgo de que pueda encontrar una fuente de ignición mientras se mantiene dentro de sus límites de inflamabilidad. En caso de una fuga de GN, al ser más ligero que el aire, su tendencia será a subir y dispersarse en el aire, por lo que el riesgo por una fuga, es menor que con el GLP.
El GLP líquido tiene un alto coeficiente de expansión térmica, y por lo tanto, los envases y los depósitos deberán tener un espacio vacío que permita la expansión del líquido cuando se incremente su temperatura por efecto de la radiación solar y el incremento de la temperatura ambiente durante el día. En México, han ocurrido rupturas de cilindros por sobrellenado por parte de las empresas que venden este producto al público. Esta situación de riesgo no se da con el uso del GN, debido a que se maneja en fase gaseosa. El proceso de llenado de los envases se efectúa por peso, debiéndose respetar las tolerancias permitidas por las regulaciones gubernamentales. El sistema de llenado debe asegurar que no se sobrepase el volumen máximo permitido de llenado del envase, esto es, que no haya riesgo de que el envase se llene de líquido, pues es altamente peligroso un envase sobrellenado.
El transporte del GLP a los usuarios se lleva a cabo en vehículos que conducen los cilindros o en autotanques que suministran este producto a tanques estacionarios. Un gran número de incidentes se dan en esta etapa, ya sea por los accidentes de tránsito provocados directa o indirectamente por la gran cantidad de vehículos que forman las flotillas de distribución y venta de GLP a los consumidores. Esta situación de riesgo no se da con el GN, puesto que la entrega de este energético se hace mediante redes de ductos a cada domicilio ya sea para uso doméstico, comercial o industrial.
Otros factores de riesgo es el empleo de herramienta inadecuada para conectar mangueras o cilindros; el traslado de cilindros en forma manual rodándolos y en ocasiones llevando dos al mismo tiempo: otras veces los dejan caer y golpean la base al descargarlos del camión y/o al bajarlos en el domicilio para conectarlos al regulador de presión; el empleo de mangueras de hule o materiales plásticos inadecuados por parte de los usuarios; tubería de cobre flexible que con sucesivas conexiones y desconexiones de los cilindros se dañan y se fracturan, etc. Esta situación de riesgo no se presenta con el GN ya que se emplean instalaciones fijas dentro de los domicilios de los usuarios.
Responsabilidad clave de la seguridad en el GLP y GN. Los principales integrantes en la cadena del GLP, son las empresas comercializadoras* (operadores de GLP), transportistas (choferes), fabricantes de equipos, instaladores de tubos, conexiones y/o tanques estacionarios, instaladores de los cilindros llenos cada vez que se suministra GLP cuando se vacían los cilindros o los tanques estacionarios (el chofer de los camiones repartidores no lleva a cabo esta actividad), las autoridades competentes y los consumidores, todos tienen responsabilidad en el campo de la seguridad.
Los principales integrantes en la cadena del GN, son las empresas comercializadoras (operadores del GN), fabricantes de equipos, instaladores de sistemas de medición y de los tubos de suministro al usuario, las autoridades competentes y los consumidores, todos tienen responsabilidad en el campo de la seguridad.
Por lo anterior, al comparar ambas cadenas, mientras más participantes se requieran se incrementa el riesgo y en este caso la cadena del GN requiere menos participantes, razón por la que el uso del GN tiene menos riesgos que la cadena del GLP.
*Puede ser un comercializador principal o un suministrador contratado por la empresa comercializadora. Será responsable de la calidad del GLP o del GN que suministre según especificaciones y de la cantidad (en conformidad con el peso declarado o el volumen medido). La comercializadora suele ser la propietaria de los depósitos y envases en los que suministra el GLP, aunque el usuario en México adquiere los cilindros nuevos y los cambia sucesivamente en operaciones de subsecuentes de cilindro llenos, la comercializadora tendrá que asegurar que se cumplan las normativas de diseño y fabricación prescritas, las inspecciones periódicas y el mantenimiento recomendado.
*Coordinador del Centro de Información del Programa Universitario de Energía de la UNAM (rggg43@hotmail com ) y ** ex gerente de Optimización de Pemex Petroquímica.