Ulises Juárez / Energía a Debate
México podría estar en riesgo de continuar dependiendo de las cada vez más altas importaciones de gas natural de Estados Unidos si, por un lado, las energías renovables no logran sustituir pronto a los hidrocarburos para la generación eléctrica y, por el otro, la siguiente administración no está satisfecha con las metas actuales planteadas en producción de electricidad, advierte un estudio del Programa de Energía y Sustentabilidad del Instituto de las Américas.
El informe, bajo el título Mexico?s Growing Reliance on US Natural Gas (Creciente dependencia de México del gas natural de Estados Unidos), será presentado en dos partes por John B. McNeece III, miembro Senior del Centro de Estudios Estados Unidos-México.
En esta primera parte, con subtítulo Seizing Synergies (Aprovechando las sinergias), McNeece plantea que México podría necesitar mayores importaciones de gas norteamericano si las energías renovables no toman el lugar de los combustibles fósiles para la generación eléctrica tan pronto como se prevé en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2018-2032 de la Secretaría de Energía (Sener).
McNeece cita que en el PRODESEN 2018-2032 se prevé una capacidad instalada total de generación de 130,291 megawatts (MW) para 2032, de la cual 66 por ciento provendrá de fuentes limpias. La participación de las renovables sería: 14,818 MW de energía eólica, 11,403 MW de fotovoltaica, 4,081 MW de nuclear y 2,214 MW de hidroeléctricas.
Sin embargo, el autor advierte: “Si México no logra agregar generación de energía limpia como está proyectado, al parecer se recurriría al gas natural para completar la diferencia. Esto, en su turno, podría requerir de mayores importaciones de gas de Estados Unidos”.
Por el otro lado, McNeece considera como otro problema el hecho de que la nueva administración, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, podría no estar satisfecha con las metas actuales de México en materia de crecimiento en la generación eléctrica.
En este sentido, el autor recuerda que el PRODESEN 2018-2032 prevé que México generará 484,788 gigawatts por hora (GWh) anualmente para el año 2032 sobre la base de una generación per cápita de 3,488 kilowatt por hora (kWh) anual al cierre del mismo periodo para una población de 139 millones de mexicanos, calcula McNeece.
En esta línea, el estudioso expone como escenario hipotético que si México quisiera lograr un consumo de electricidad igual que el de España, por ser ambos países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 5,573 kWh, entonces tendría que aumentar su generación eléctrica para 2032 a 774,647 GWh, esto es, 289,859 GWh por encima del número previsto actualmente.
Así, si se decidiera por cubrir ese faltante de generación con plantas de ciclo combinado, México requeriría de un volumen de gas de 21,388 bcf al año, o 5.86 bcf al día, lo que elevaría la predicción de la Sener en materia de importaciones en 127 por ciento para el año 2031.
Expone que el país tampoco importa actualmente cantidades sustanciales de electricidad y no se prevé que lo hará, así que concluye que la nueva administración considerará que México necesita más energía más allá de las metas planteadas actualmente, por lo que deberá importar más gas.
De acuerdo con todo lo expuesto arriba, McNeece compara las proyecciones de importación de gas natural por parte de México realizadas por la Sener y las propuestas por la Administración de Información Energética de la Unión americana (EIA, por sus siglas en inglés).
En la Prospectiva de Gas Natural 2017-2031, publicada por la Sener en 2017, se prevé un pico en las importaciones del gas en 2020 llegando a los 6,078 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd), descendiendo hasta los 4,613 mmpcd en 2031.
Sin embargo, la AIE, en una prospectiva que abarca del 2018 al 2050, prevé que las exportaciones de gas estadounidense a México a través de ductos serán significativamente mayores que las planteadas por la Sener, alcanzando su pico más alto en 2029 con 7.05 mil millones de pies cúbicos diarios (7.05 bcfd), bajando hasta los 5.97 bcfd en 2050.
Es importante notar que John B. McNeece no considera en su estudio el Proyecto de Nación 2018-2024 del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en la parte de generación eléctrica, en la cual expone que su administración apostará por el incremento de la energía hidroeléctrica, precisamente para reducir significativamente las importaciones de gas natural de Estados Unidos destinadas a este propósito, así como limitar las licitaciones de ciclos combinados.
De acuerdo con el Plan del futuro presidente, para 2024 se estará generando 8 por ciento más energía hidro, esto es, 24.48 terawatts por hora (TWh), con respecto a 2015, con una inversión de 737 millones de dólares para la rehabilitación y repotenciación de las 63 hidroeléctricas que posee la Comisión Federal de Electricidad.
Se prevé que la segunda parte del estudio de McNeece esté disponible en octubre próximo.