Redacción / Energía a Debate
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) autorizó hoy las nuevas tarifas que Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) cobrará a terceros que estén interesados en utilizar sus 60 terminales de almacenamiento de combustibles ubicadas en los aeropuertos del país.
Anteriormente ASA tenía la exclusividad para comercializar y suministrar turbosina en México y, con la autorización de la CRE, otras empresas podrán participar en estas dos actividades, inclusive realizar convenios de inversión con ASA para construir nueva infraestructura.
Aeropuertos y Servicios Auxiliares es un organismo desconcentrado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que opera, administra, construye y conserva los aeropuertos del país, además de prestar servicios de suministro de combustibles, entre otras funciones.
La medida se circunscribe en el contexto de la Reforma Energética que abrió el mercado de combustibles en el país a la participación privada en operación e inversión, así como en la opinión que emitiera la Comisión Federal de Competencia Económica el pasado mes de marzo, en el sentido de que el régimen de exclusividad de ASA en las actividades de almacenamiento, comercialización y expendio de la turbosina repercutían en el precio del combustible, colocándolo dos dólares por encima del costo en Estados Unidos.
Por ello, la CRE aseguró hoy que la autorización de las tarifas para ASA contribuye a la consolidación de un mercado de combustibles para la aeronáutica.
“Es importante mencionar que el acceso para el uso común de los tanques de almacenamiento de ASA, representa un paso importante para consolidar un mercado competitivo de turbosina, y con ello fortalecer la operación de la industria aérea”, aseguró el órgano regulador.
Respecto a las tarifas, la CRE subrayó que con el uso común de los tanques de almacenamiento se hizo necesario contar con tarifas que reflejaran el costo del servicio. Así, previo a la aprobación de las nuevas tarifas de almacenamiento, la CRE mantuvo un diálogo permanente con ASA, las cámaras que forman parte de la industria aérea y comercializadores a fin de identificar las necesidades del sector aeronáutico y, con base en ello, diseñar tarifas que contribuirán en el fortalecimiento de esta industria.
Con las tarifas de almacenamiento aprobadas por la CRE, el costo de dicho servicio representará, en promedio, alrededor de uno por ciento del precio de la turbosina antes de impuestos y se estima que tendría un impacto en los costos de las aerolíneas de 0.34 por ciento, en promedio.
ASA empezará a cobrar dichas tarifas a partir del momento en que una aerolínea contrate con un comercializador distinto a este organismo el suministro del combustible, y el comercializador a su vez, contrate con ASA el servicio de almacenamiento.
Señaló que las nuevas tarifas reflejan los costos eficientes y se prevé que tendrán un impacto positivo en los estados financieros de ASA permitiéndole revertir pérdidas económicas y percibir ingresos por un servicio que hasta ahora no cobraba.
Asimismo, la apertura para uso común del servicio de almacenamiento en los aeropuertos, permite que haya más suministradores del combustible para la aviación, incentivando a que cada uno ofrezca mejor calidad en el servicio en beneficio del usuario final.