Redacción / Energía a Debate
Aumentó el ritmo de crecimiento de la demanda de energía en el mundo en el año 2017, impulsado por la mayor demanda de gas natural y energías renovables, pero los avances en la eficiencia energética se desaceleraron a medida que la actividad industrial en la OCDE se aceleró y la producción de los sectores más intensivos en energía en China volvió a crecer.
Lo anterior se desprende de los datos publicados en la edición 67ª del Informe Estadístico de la Energía Mundial (Statistical Review of World Energy), publicado por la petrolera británica BP, que se dio a conocer el día de hoy.
El reporte de BP también destaca que el consumo de carbón aumentó por primera vez en cuatro años debido a una mayor demanda en India y China y las emisiones de carbono aumentaron luego de tres años de haber tenido poco o nulo crecimiento.
En 2017, la demanda mundial de energía creció en 2.2%, nivel superior al promedio de los últimos 10 años, que fue de 1.7%. Este crecimiento por encima de la tendencia fue impulsado por un crecimiento económico más fuerte en los países desarrollados y una leve desaceleración en el ritmo de mejoría en la intensidad energética.
Al presentar la edición 2018 del Informe Estadístico Mundial de Energía de BP, Bob Dudley, Presidente Ejecutivo del Grupo BP, dijo: “2017 fue un año donde las fuerzas estructurales en el mercado de la energía continuaron impulsando la transición a una economía de menor carbono, pero donde factores cíclicos han revertido o desacelerado algunas de las ganancias de años anteriores. Estos factores, combinados con la creciente demanda de energía, han resultado en un aumento cuantificable de las emisiones de carbono después de tres años de poco o nulo crecimiento”.
La demanda de petróleo creció un 1.8%, mientras que el crecimiento de su producción estuvo por debajo del promedio por segundo año consecutivo. La producción de la OPEP se redujo, mientras que los países productores fuera de ese grupo, particularmente los Estados Unidos impulsados por el shale oil, experimentaron aumentos. El consumo superó la producción durante gran parte de 2017 y, como resultado, los inventarios de la OCDE volvieron a niveles más normales. El uso de capacidad instalada en refinerías alcanzó su nivel más alto en nueve años.
El 2017 fue un año fuerte para el gas natural, con un crecimiento en el consumo de 3% y un aumento en producción de 4%, las tasas de crecimiento más rápidas registradas desde la crisis financiera mundial. El mayor factor que impulsó el consumo global de gas fue el aumento en la demanda de gas de China, en donde el consumo aumentó en más del 15%, impulsado por las políticas ambientales del gobierno que fomentan el cambio de carbón a gas. Las energías renovables, sobre todo la eólica y la solar, también crecieron fuertemente en 2017.
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