Ulises Juárez / Energía a Debate
La electromovilidad es la solución para los problemas ambientales y de sustentabilidad del país, mientras que el gas natural es un buen energético de transición, pero es necesaria la voluntad política para que el segmento del gas natural vehicular (GNV) crezca con el potencial que tiene, coincidieron empresarios del sector.
Asimismo, se pronunciaron por que la industria empuje en favor de reglas más claras, ya que por ahora el sector se rige por la autorregulación.
En el pánel “Transición a un sector de transporte más limpio: El papel del gas natural” de la cumbre LataMobility, Josué Hernández Tapia, fundador y director general de Natgas, empresa orientada al GNV, refirió que en México solo 1.6% del parque del transporte público se mueve con gas, lo que representa 15 mil unidades de las 900 mil que operan en el país.
Señaló que en el segmento de transporte urbano, las empresas se han autorregulado especialmente en materia de seguridad y han desarrollado un modelo de negocio de autofinanciamiento.
Por ello, agregó, es necesaria la voluntad política para regular el sector, el cual también carece de la infraestructura necesaria, especialmente en almacenamiento y transportación por ductos.
Pablo Martínez González, director de Soluciones al Cliente de Engie, refirió que en los últimos cinco años la red de transporte de gas natural en el país se ha incrementado en 20%; sin embargo, solo 0.03% del parque vehicular total utiliza el GNV.
Por ello, consideró que las empresas del sector deben tomar el riesgo y comenzar a invertir sin esperar a que se incremente la infraestructura, o que bajen los precios de la tecnología o que cambie la regulación. “Vemos que éste es el momento para hacer esa transición, para reducir esas emisiones y tener una movilidad más verde, algo que ya podemos hacer sin necesidad de que sigan bajando los costos, o que cambie alguna regulación; es el momento del GNV y hay que tomar un poco más de ambición y ser un poco más proactivos”.
Luis Felipe Echavarría Escobar, presidente del Comité de GNV y Transporte sobre Ruedas de la Asociación Mexicana de Gas Natural, apuntó que el uso del GNV en un vehículo automotor convertido proporciona un ahorro por cada litro de gasolina tipo Magna de 54% en términos de precio, pero da el mismo rendimiento, es decir, los mismos kilómetros que da un litro de gasolina. En el caso de los vehículos nacidos ya en GNV, los ahorros son superiores porque el motor está hecho para ese energético y su rendimiento es mayor.
Echavarría también mencionó que hoy en día existe un potencial de 3 millones de unidades en el país que pueden ser convertidos a gas natural vehicular y hasta ahora operan solo 32 estaciones de suministro, cuando podría haber entre 2 mil y 2 mil 500.
Ernesto del Blanco, presidente de ELAM, comentó que uno de los principales errores que se han cometido en relación con los autos eléctricos, híbridos (eléctrico y gasolina) y a gas natural vehicular, es que se ha querido cargar los ahorros en el precio de la unidad.
En vez de que el vehículo tenga un costo más una utilidad lógica, se suman los ahorros que el vehículo va a reportar en un año, por ejemplo, al precio final, lo que hace más difícil tomar la decisión para el usuario.
“Si de veras queremos hacer ese cambio, es importante también ir controlando esos precios. Ese fue un error en el pasado, ir sumando los ahorros al consumidor final”, enfatizó Del Blanco.