Redacción / Energía a Debate
Si bien la generación distribuida (GD) se mantiene en franco crecimiento en México, aún se encuentra por debajo del enorme potencial que tiene, a pesar que hace más de un año (8 de marzo de 2017) se publicaron las Disposiciones Administrativas de Carácter General en la materia, así lo considera la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES).
En un comunicado, la ANES recordó que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) delimitó tres modalidades de contraprestación: Medición neta de energía (Net metering), Facturación neta (Net billing) y venta total de energía; además, ordenó a los operadores pagar un precio competitivo por la energía generada de forma distribuida, es decir, la energía solar.
A pesar de que el Net metering mantiene un crecimiento sostenido del cien por ciento, añadió la Asociación, aún es bajo, debido a que no se aprovecha el potencial solar que tiene México. La radiación solar en promedio es de 5.5kWh al día por m2; casi el doble de lo que recibe Alemania; sin embargo, este país se encuentra entre los que tienen mayor capacidad instalada con más de 43 GW en 2016, aunque recibe menos horas de sol.
En 2015 México tenía una capacidad instalada de 117 mil 539 kw con 16 mil 985 contratos registrados ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para 2016 se alcanzó la cifra de 247 mil 604 kW, lo que se traduce en 29 mil 560 convenios; para finales de 2017 se tenían registrados 57 mil 277 y 400.39 kw en capacidad instalada.
La ANES, que agrupa a científicos, profesionistas, industriales, estudiantes y personas interesadas en las energías renovables, señaló que hasta ahora sólo crece el Net metering, mientras que la venta total de energía y la facturación neta se han visto frenadas, entre otras cosas, debido a la incertidumbre que genera el amparo interpuesto por la CFE, la cual se niega a acatar el precio marginal local establecido en las disposiciones de la CRE como contraprestación de energía.
La ANES refirió que el Net billing y venta total de energía tienen una historia distinta. Actualmente, sólo existen dos proyectos bajo estos esquemas, uno en Yucatán y otro en Nogales, Sonora, los cuales aún se consideran como programas piloto.
Cabe recordar que desde hace un año la CFE se amparó en contra de las medidas en materia de Generación Distribuida, pues no aceptan los costos de transmisión, ya que aseguran pierde ingresos potenciales.
La ANES considera que los argumentos de CFE desincentivan la instalación de equipos fotovoltaicos, pues los usuarios creen tener una menor ganancia; pero la más grave consecuencia de este amparo, es que se frena la innovación, creación de empleos y desarrollo del sector energético.
Además, se olvida la importancia del modelo, que cambia la forma de participación del cliente (usuario final) al convertirse en un participante activo del mercado mediante la figura de prosumidor, creada en Argentina, y es el modelo que más empleos genera en el sector eléctrico.
En el caso de las grandes generadoras, los ingresos de CFE Suministro se repartirían entre la central eléctrica y el costo de uso de las redes de transmisión, pero en la generación distribuida no tendría destino real, pues no existe razón para pagar una transmisión que no se utiliza.
A decir de la ANES, la reforma energética abrió la puerta a grandes empresas y a los pequeños generadores (usuarios finales), lo que tiene ventajas operativas, pues al estar distribuidos no utilizan la transmisión mayor, por tanto, la electricidad no recorre grandes distancias y así se abarata la operación de la red y se evitan pérdidas de energía.
Por ello, es esencial otorgar mayor relevancia a la generación distribuida, de lo contrario, se limita la oportunidad al usuario final de participar en la transición energética, lo que llevaría a México a una independencia en este ramo.
Por último, cabe mencionar que la Generación Distribuida tiene una ventaja más: sólo se requiere el sol y paneles solares, lo que se considera como energía limpia. De esta manera, México cumpliría con su promesa de generar 35 % de electricidad sustentable para 2024; así como los compromisos asumidos dentro del Acuerdo de París.