La Reforma Energética de México avanza. Ocurre en medio de notables dificultades, porque los precios de la energía, en nuestro país y en el mundo, están en niveles históricamente bajos y esto reduce los incentivos y las utilidades para las compañías que desean participar. Por lo pronto, se observa un gran interés por las rondas petroleras, por las subastas eléctricas y, ahora, para crear un mercado de petrolíferos.
En fecha reciente se han establecido 10 nuevas marcas de estaciones de servicio en el país, algunas nacionales y otras de origen extranjero. Al parecer, pronto vienen más. La competencia de mercado también implica una gradual liberalización de precios que complementa la opción de elegir entre diferentes marcas, calidades y precios en los combustibles.
La apertura también se da en los segmentos de almacenamiento, transporte y expendio de petrolíferos, donde nuevas empresas también expresan interés en construir infraestructura. De hecho, a finales del 2016 la Secretaría de Energía publicó la política estratégica de almacenamiento de petrolíferos con miras a ir aumentando el nivel de inventarios en el país de 3 días de venta actualmente a 15 días de venta para el año 2025.
Esto tiene el objetivo de fortalecer la seguridad energética del país, misma que resiente la creciente obsolescencia de las refinerías y de los sistemas de ductos y terminales de almacenamiento de Pemex. Es de esperarse que las nuevas inversiones sean no sólo para importar cada vez más combustibles ?una tendencia preocupante que ya vivimos?, sino también para producirlos en el país.
La flexibilización del mercado de combustibles se lleva a cabo de acuerdo con un calendario establecido por la Comisión Reguladora de Energía. En febrero pasado inició en la primera zona en Baja California y Sonora y, más recientemente, en la zona noreste del país, sin que se produjeran ni variaciones repentinas ni dislocaciones en los precios ni en el abasto.
También en gas natural se están creando mercados e incentivando inversiones. En este sentido, el año pasado se dio un primer paso importante con la transferencia de los gasoductos de Pemex al Centro Nacional de Gas Natural (Cenagas). Ahora, le corresponde al Cenagas gestionar el Sistema Nacional de Gasoductos y garantizar una competencia equitativa y justa en el mercado de transporte de gas. También ha realizado temporadas abiertas de asignación de capacidad en los ductos de dicho sistema y la expansión del sistema también continúa, impulsada sobre todo por los proyectos licitados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La creación y consolidación de mercados de combustibles en México debería tener un ganador, que es el consumidor mexicano, quien aspira a acceder a la energía en condiciones de precio y abasto que mejoren su calidad de vida. En unos años más, podremos evaluar con mejor perspectiva los resultados de esta apertura.