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México debería producir y monetizar sus reservas petroleras lo más rápido posible, incluso agotarlas, antes de que se desarrollen otras fuentes de energía que desplacen al petróleo. Ésta siempre ha sido ?más en privado que en público? la filosofía de los ingenieros petroleros del país.
Esta semana, los ingenieros y la plana mayor de Petróleos Mexicanos se reunirán en Puebla para el Congreso Mexicano del Petróleo, el principal evento del ramo a nivel nacional. Sus diálogos se enfocarán a cómo sacar adelante a esta industria en tiempos que son críticos, en parte por la caída de los petroprecios, pero también porque ya se lleva un buen avance en el propósito de agotar los mejores yacimientos del país.
Todo indica que ese objetivo se logró justo a tiempo. El mes pasado, se publicaron varios análisis influyentes a nivel global que plantean que el ocaso del petróleo está muy cerca y podría ocurrir de manera acelerada. Entre ellos destacan Rethinking Transportation 2020-2030 de la Universidad de Stanford y The Big Green Bang del Financial Times.
Estos documentos auguran que está a punto de ocurrir una revolución en el desarrollo de los vehículos eléctricos gracias al desarrollo de mejores baterías, aunada a la que ya se observa en las energías renovables solar y eólica. Esos fenómenos tendrán un efecto disruptivo sin precedentes en las industrias petrolera, eléctrica y automotriz, afirman. Los combustibles fósiles “ya perdieron” esa batalla, pero los petroleros no lo saben todavía, dice un experto citado en el Financial Times.
Ya no se venderán nuevos vehículos a gasolina y diesel en ninguna parte del mundo dentro de tan sólo 8 años, afirman los investigadores de Stanford. Faltarán autopartes y ya no habrá gasolineras ni incentivos para poseer vehículos. Más bien, habrá computadoras sobre ruedas, desarrolladas por compañías como Google, Apple y Tesla, que estarán disponibles para todos los ciudadanos. Se colapsarán los petroprecios de nuevo, según pronostican. (Por cierto, ¿se fijaron en que Carlos Slim acaba de invertir en una compañía de autos eléctricos?)
Estas visiones del futuro aún no predominan en la industria energética global. La Agencia Internacional de Energía, por ejemplo, aún nos ve amarrados al petróleo y al gas hacia mediados de este siglo. Sin embargo, los nuevos estudios prevén que incluso una modesta caída en la participación de mercado de los vehículos a gasolina tendrá un impacto disruptivo mayúsculo. Y no pasa desapercibido el hecho de que compañías europeas del petróleo, como Shell, Total y Statoil, ya han invertido 15 mil millones de dólares en energías verdes en los últimos tiempos.
En general, las compañías petroleras, igual que Donald Trump, aún viven en estado de negación frente a los cambios tecnológicos en energía. Prueba de ello en México son las inversiones a largo plazo que realizan las compañías petroleras en las rondas de la Reforma Energética. Ciertamente, nadie sabe con precisión qué tan rápidamente ocurrirán la revolución eléctrica y el ocaso de la industria petrolera y de las armadoras de autos. Pero ya estamos sobre aviso.
Los nuevos retos energéticos agarran mal preparado a Pemex. Nuestra empresa nacional tiene que lidiar no sólo con precios bajos y yacimientos disminuidos, sino también con la deuda que dejaron años de dispendio y de cargas fiscales excesivas, con una reestructura disfuncional, con opacidad y con toda la burocracia y normatividad que son parte del esquema estatal.
Por cierto, las áreas asignadas a Pemex en la Ronda Cero son, sin duda, las mejores zonas petroleras del país, pero Pemex no tiene capital para explorarlas. Falta ver si Pemex las compartirá con nuevos jugadores en asociaciones o si quedarán ociosas. Pero al menos ya monetizamos Cantarell y no nos quedaremos con inmensas reservas en el subsuelo, como sucederá, por ejemplo, en Venezuela. Claro, podríamos cuestionar cómo se gastaron los billones de dólares que entraron al país en las últimas cuatro décadas por la exportación de petróleo crudo, pero ése es tema para otro día.
*Analista de la industria energética. Su e-mail: david.shields@energiaadebate.com