Liderazgo de Argentina y Brasil; Venezuela y Bolivia quedan atrás.
Alvaro RÍos Roca*
En octubre pasado tuve la oportunidad y suerte de estar presente, en Buenos Aires, Argentina, en la 24 Conferencia Mundial de Gas, organizada muy prolijamente por el International Gas Union, organización no gubernamental, donde participan empresas estatales y privadas e instituciones que debaten, proyectan y fomentan el desarrollo de la industria del gas natural a nivel mundial.
No hablaremos ni de demanda, ni de oferta de gas, ni del éxito de los shale oils, ni de almacenamiento subterráneo, ni de decoupling de los precios del gas con el petróleo (cada vez más un commodity) y trataremos de concentrar el análisis en nuestra visión del Congreso en relación a la región:
Nadie puede dudar del aporte y liderazgo de Argentina en los últimos 50 ó 60 años a la industria del gas natural, principalmente en el Cono Sur. Argentina no solo es el segundo o tercer país más gasificado del planeta, sino es líder mundial en el desarrollo de tecnología y maquinaria para el gas natural vehicular (GNV).
Los problemas sociales y económicos desatados el 2001 han hecho tomar a sus autoridades un rumbo muy complicado en lo relacionado a gestar exploración y explotación y el desarrollo de la cadena para poder cumplir con sus compromisos de exportación y también con su mercado interno. Argentina tiene todavía potencial exploratorio y es menester que los actores privados y políticos encuentren un norte para tomar ese liderazgo pasado y forjar una nueva estrategia hacia adelante. Las cosas como están no irán nada bien.
El gran ausente en el Congreso fue sin duda Petróleos de Vene-zuela, PDVSA (léase Venezuela). Fuera de no encontrar conocidos, sí fue muy evidente que no hubo ni plenarias, ni exposiciones ni charlas técnicas sobre la visión que tiene PDVSA respecto al desarrollo de las gigantescas reservas de gas en Venezuela.
Hubiera sido muy interesante poder escuchar los proyectos de gas libre y el avance del gas natural licuado (GNL) y/o escuchar más sobre los últimos descubrimientos de gas y/o explicar el porqué el país más rico en recursos gasíferos de la región enfrenta un serio desabastecimiento eléctrico. Hay mucho por preguntarse y por tratar de entender de lo que viene aconteciendo en Venezuela en materia de desarrollo de gas.
La masiva presencia de personeros de Gazprom (léase Rusia), su muy llamativo stand con patinaje sobre hielo y sus varias exposiciones en el Congreso, nos llevan a comprender que han llegado para quedarse a America Latina. Es de esperar que la nueva realidad de sobreoferta de gas y la tendencia en Europa de sacarse de encima los contratos con precios de gas vinculados al petróleo no sean un poderoso factor para que muchos de las iniciativas en la región se trunquen.
No podemos dejar de hablar de Petrobras (léase Brasil). Masiva presencia y liderazgo sin duda. Me permito rescatar la exposición y el claro mensaje lanzado por la Directora de Gas de Petrobras, María Das Grasas. Presentó los avances de Petrobras respecto al plan acelerado de inversiones en gas, los desarrollos costa afuera y Presal, la importación de gas vía gas natural licuado (GNL) y optimización del uso de gas entre los diferentes segmentos de manera de priorizar al sector eléctrico con suministro confiable. Reveló la estrategia y los estudios el proyecto del GNL Flotante para que Brasil pueda abastecerse y exportar gas en el futuro.
Concluyó con una contundente frase, que de ser cierta, debería dejar perplejos a los 8 ó 9 millones de bolivianos con sus declinantes 17 trillones de pies cúbicos (TPC) de reservas probadas de gas y su gran potencial por descubrir de 60 u 80 TPC. Tácitamente manifestó que “la nueva integración de gas en la región es a través de barcos metaneros”. Enseñó como vía GNL, Brasil, Venezuela, Perú y Trinidad y Tobago serán las nuevas fuentes confiables de suministro a los países de la región y otras partes del mundo. Y Bolivia, el corazón de abastecimiento regional de gas, ¿dónde quedó? Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente, dice un sabio adagio popular.
Nos ratificaremos en algo que venimos pregonando hace muchos meses y es que el Gasoducto del Nordeste (GNEA) para importar gas desde Bolivia y un nuevo ducto no es más una realidad por el momento. La única alternativa es la de evacuar algo de la nueva producción de Bolivia por el ducto de Transportadora de Gas del Norte que ciertamente va quedando con capacidad ociosa debido a la declinación en los campos que abastecen el Gasoducto del Noroeste Argentino.
Empero, hay voces de la industria que señalan que Argentina ya no tiene mas interés en el gas boliviano con precios de gas vinculados al petróleo y los fuel oils. ¿Será que pasa lo mismo que en Europa, donde la formula con indexación al petróleo ya no es muy bienvenida? Se habrán percatado en Bolivia de esto? ¿Nuevos precios de contrato con relación al GNL? La situación se complica y a Bolivia se le va cerrando su último mercado cierto por el momento.
* Socio director de Gas Energy Latin America. Fue Secretario Ejecutivo de OLADE y Ministro de Hidrocarburos de Bolivia (alvaro.rios@prosertec-srl.com ).