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El gigante del petróleo Royal Dutch Shell está intentando reinventar uno de los negocios que fueron más rentables en el pasado: la extracción de crudo en aguas profundas y ultraprofundas. La empresa anglo-holandesa está buscando fórmulas para competir con la revolución del fracking; el objetivo es que extraer crudo en aguas profundas sea rentable aunque el oro negro caiga a 15 dólares el barril.
Tal y como destacan en The Wall Street Journal, Shell está realizando importantes inversiones para llevar la tecnología más avanzada y eficiente a las aguas profundas. Esta nueva estrategia nace de la pura necesidad, con el fracking y el shale oil pisando fuerte , el crudo en aguas profundas ha perdido gran parte de su protagonismo. Este tipo de extracción pretende volver a revolucionar un mercado que aún no se ha recuperado del último cambio. El barril de West Texas cotiza ligeramente por encima de los 47 dólares en la sesión presente.