Redacción / Energía a Debate
La energía solar no es el único modelo viable de energía distribuida que ha probado su éxito internacionalmente. En países tales como Reino Unido, Holanda, Italia, Estados Unidos y Canadá diferentes proyectos usando otras tecnologías de ERNC, como por ejemplo la eólica, han probado su viabilidad económica y sus diversos beneficios.
En México existe un recurso eólico en distintas partes de su territorio, consideradas entre las mejores del mundo. EWT, empresa fabricante de aerogeneradores medianos de hasta 1 MW, ha implementado ya sus operaciones en el país y se encuentra actualmente trabajando con distintos clientes industriales, mineros y con productores independientes de energía (IPP) para desarrollar e implementar proyectos bajo esta modalidad, en zonas con variadas características, como la Rivera Maya, Mérida, Veracruz, Reynosa, Baja California, Sonora y Chihuahua.
Ignacio López, director de Desarrollo de Negocios y Estrategia para América Latina de EWT, aseguró que existe tanto potencial que “hemos decidido ayudar a impulsar este sector en el país, que creará no solo beneficios para nuestros clientes, sino además fomentará las economías locales, ya que todos los servicios asociados para este tipo de proyectos se contratan localmente a fin de minimizar costos de desarrollo.”
EWT estima un potencial de más de 500 MW en México para proyectos de energía eólica distribuida en los próximos tres años. “Y claramente nuestro objetivo es liderar este proceso”, puntualizó Ignacio López.
La empresa, con presencia en Europa, Estados Unidos y Turquía, señala que esta tecnología ofrece numerosos beneficios y ventajas con respectos a otras, por ejemplo la minimización en el uso de espacio, completa automatización y generación que se asemeja a las cargas de plantas industriales medianas/grandes; ideal para operaciones mineras, hoteleras, de servicios públicos o de comunidades.
Con un bagaje y referencias de más de 600 proyectos a nivel mundial, EWT se encuentra implementando alianzas estratégicas con todo tipo de IPP, banca e instituciones financieras que faciliten el financiamiento, así como con desarrolladores locales para que los clientes finales no deban preocuparse por el proyecto y puedan seguir centrándose en su ?core business?.