Redacción / Energía a Debate
La apertura de los petrolíferos fortalecerá la seguridad energética de México. Se espera que se detonen inversiones por más de 16 mil millones de dólares para el desarrollo de proyectos de poliductos, almacenamiento y distribución, transporte por vías férreas y la instalación de nuevas estaciones de servicio en todo el país, afirmó ayer el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, ayer durante el lanzamiento de la primera gasolinera de la compañía BP.
Por considerar de gran interés su discurso, aquí la reproducimos íntegramente:
Es para mí un honor asistir al promisorio lanzamiento de la primera estación de servicio de BP en México acompañada de un importante programa de expansión que va a contribuir a que la apertura del mercado de combustibles tenga más variedad de marcas y de competencia.
Como todos sabemos, en nuestro país, durante casi 80 años el desarrollo para el almacenamiento, transporte y comercialización de petrolíferos estuvo cerrado a la inversión de particulares y, ante el incremento del consumo, el sistema se fue haciendo insuficiente para satisfacer las necesidades actuales y estimadas del futuro.
En los últimos 13 años, México incrementó aceleradamente su consumo de combustibles y pasó de ser el 8º al 4° lugar como consumidor global de gasolinas.
Desde hace casi dos décadas no se han construido nuevas terminales de almacenamiento y las que existen, ya resultan insuficientes para el país.
Nuestra capacidad de inventarios de gasolinas es de tan sólo de 3 días en promedio nacional, muy por debajo de la recomendación internacional, que es de al menos 30 días.
Nuestra seguridad energética está endeble. En logística, el sistema para transportar petrolíferos es caro e ineficiente y, dado que la red de ductos no ha crecido desde hace 17 años, se ha tenido que recurrir a otros medios como los autotanques para trasladar combustibles, a pesar de que éstos resultan 14 veces más onerosos que los primeros.
De igual forma, el número de estaciones de servicio por habitante es bajo, en comparación con otros países. Actualmente, existen en la República Mexicana 11 mil 400 gasolineras que atienden en promedio a más de 3 mil vehículos. Para entender mejor esta proporción, en Estados Unidos es de 1 estación por cada mil 650 automóviles; en Canadá hay una por cada 2 mil 220 unidades.
Ante este panorama, la Secretaría de Energía puso en marcha una serie de medidas para cubrir las necesidades de abasto de combustibles que requiere el país para incrementar nuestra capacidad de almacenamiento y darle más racionalidad económica al transporte de los petrolíferos.
Es así como el año pasado, publicamos un diagnóstico de petrolíferos, para identificar la demanda potencial, la infraestructura logística existente para el transporte marítimo, ferroviario, terrestre y por ductos de petrolíferos, así como de almacenamiento, reparto y suministro de gasolinas, diésel, turbosinas y combustóleo.
Además, se adelantó la libre importación de combustibles, con lo que se mandó una señal al mercado para que las empresas puedan ir programando sus inversiones en almacenamiento, transporte y comercialización de gasolina. A finales del mes pasado, la Secretaría de Energía había autorizado 203 permisos para importar gasolinas y 277 para diésel.
La relación de las empresas que han obtenido sus permisos es información pública que está a disposición de los ciudadanos en la página de la Secretaría de Energía.
Otro documento estratégico para lograr este fin es la Política de Almacenamiento, que la Secretaría de Energía sometió a consulta pública el pasado mes de diciembre.
Dicha política tiene como objetivo fortalecer la seguridad energética del país, a través de un incremento gradual en el nivel mínimo de inventarios con disponibilidad inmediata para pasar de los 3 días actuales de almacenamiento que tenemos a 5 días de venta para 2019, 10 para 2021 y de 15 días para 2025.
Esperamos que, como resultado de esta política de almacenamiento, podamos incentivar mayores inversiones para la construcción de terminales de almacenamiento, poliductos e inversión en otros medios de transporte más económicos y seguros como el ferrocarril, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.
La entrada de nuevos participantes promoverá la modernización de la infraestructura, que nos permitirá eficientar los costos de logística e incrementar la capacidad de almacenamiento, a fin de garantizar un abasto confiable y continuo de combustibles.
Es así como pronto veremos nacer un nuevo sistema privado de depósito, transporte y comercialización de petrolíferos que, regulado por el Estado, complementará y coexistirá con el de Petróleos Mexicanos.
Se espera que en los próximos años se detonen inversiones por más de 16 mil millones de dólares, para el desarrollo de proyectos de poliductos, almacenamiento y distribución, transporte por vías férreas y la instalación de nuevas estaciones de servicio en todo el país.
Adicionalmente, el Proyecto de Política Pública de Almacenamiento generará inversiones estimadas por un monto de 2 mil 400 millones de dólares.
En este mismo contexto, otra vertiente es el programa de flexibilización o apertura del mercado de petrolíferos, elaborado y aprobado por la Comisión Reguladora de Energía, organismo competente en ejercicio de su autonomía técnica y de gestión.
De acuerdo con el calendario establecido por dicho organismo, este programa se implementará por regiones, de forma escalonada y ordenada durante todo este año.
Cada etapa irá acompañada de un proceso de temporada abierta en las que Pemex, a través de subastas transparentes y competitivas, pondrá a disposición de los interesados la renta de un porcentaje su capacidad de almacenamiento y transporte de combustibles autorizada por la CRE, en beneficio de los nuevos participantes y de la diversificación de los suministradores.
Asimismo, en unos días más, Pemex realizará, el día de mañana muy probablemente, la asignación de capacidad, resultante de la primera temporada abierta que se desarrollará en las zonas de Rosarito, Baja California y Guaymas, Sonora. A la fecha, son 22 empresas las que han sido precalificadas para participar en la temporada abierta.
Como paso subsecuente, el próximo 14 de marzo la Comisión Federal de Electricidad, va a presentar su proyecto de infraestructura para el almacenamiento de combustibles fósiles que también va a contribuir a que incrementemos nuestra seguridad energética, ampliando los días que podamos tener inventarios.
A partir de este diagnóstico y con la política pública trazada, México está en vías de ampliar el nivel de inventarios y crear un sistema diversificado y eficiente de almacenamiento y transporte de combustibles, que permita el despliegue de múltiples suministradores en beneficio de los consumidores.
Asimismo, va a surgir un mercado de gasolinas competitivo que brindará mayor certeza a importadores y comercializadores, y que ofrecerá a los consumidores diversas opciones de marcas, calidades y servicios.
A este último eslabón de la cadena ?la del expendio al público? ha de sumarse, como atestiguamos el día de hoy, una empresa de clase mundial: BP, grupo que cuenta con más de 17 mil estaciones de servicio distribuidas en más de 50 países.
Hoy, las gasolineras BP formalizan su entrada al mercado nacional y en los próximos 5 años, la empresa promete abrir cerca de mil 500 estaciones de servicio en el país. La compañía, ofrecerá combustibles que contienen activos de alta tecnología para ayudar a proteger los motores de los automóviles.
Con las gasolineras de BP, ya son 8 las marcas de estaciones de servicio que existen en el país, que le están ofreciendo al consumidor poder de elección, de acuerdo a las mejores prácticas de competencia.
En los siguientes años, habrán de surgir más participantes que se sumarán a las oportunidades que el nuevo mercado de combustibles está abriendo para los comercializadores. Las estaciones de servicio de BP son las primeras que instala en nuestro país una gran corporación internacional.
En resumen, la apertura del manejo de petrolíferos le va a traer a México por lo menos 3 beneficios concretos. El primero, el fortalecimiento de la seguridad energética al ampliar la capacidad de almacenamiento de manera gradual en los próximos años con la llegada de inversiones privadas bajo la regulación del Estado; el segundo, tendremos un sistema de transporte más eficiente, más seguro y competitivo que nos permitirá racionalizar los costos de logística hoy altamente distorsionados; y tercero, la posibilidad de ofrecer al consumidor una amplia diversidad de opciones de servicios y marcas de estaciones de servicio.
El ingreso de British Petroleum a nuestro mercado, marca un hito en el país, pues los mexicanos tendremos la posibilidad de adquirir gasolinas y acceder a servicios asociados, de una de las compañías más importantes del sector de hidrocarburos en el mundo. Felicito a BP por esta decisión de inversión, saludo a los representantes de la empresa que se encuentran aquí presentes, quienes han sido los impulsores de este gran proyecto.
Aprovecho también para reconocer las inversiones que está haciendo British Petroleum en consorcio con otras dos empresas, que le va permitir realizar en los bloques de las aguas profundas del Golfo de México que les fueron adjudicados en la cuarta licitación de la Ronda Uno, así como los dos contratos que recientemente ganó para la importación de gas natural al país, como resultado de la subasta de ductos de internación que recientemente realizó el CENAGAS el día de hoy y hoy celebramos su entrada al mercado mexicano de gasolinas.
BP está ahora desarrollando actividades en toda la cadena de valor de hidrocarburos y está mostrando una gran confianza en México, lo que reafirma al país como un destino seguro para invertir. Estoy cierto de que la llegada de las gasolineras de esta prestigiada marca a nuestro mercado nacional, va impulsar a otros suministradores a participar en esta renovada industria y ser parte de la transformación que está revolucionando nuestro sector energético. Muchas gracias.