Redacción / Energía a Debate
Con la apertura del sector eléctrico en México, donde empresas privadas podrán competir por la venta de electricidad industrial y doméstica, salen a la luz diversas soluciones que beneficiarán a los consumidores y a las empresas, tales como la energía prepago.
La energía prepago es una alternativa que se ajusta a la disponibilidad económica de los usuarios que necesitan el servicio pero que, probablemente, no cuentan con la suficiente afluencia económica para responder a un pago fijo o pagos con altos consumos.
En esencia, el sistema de energía prepago funciona de forma similar a las recargas del celular. Los usuarios pueden acercarse a los centros de pago o recaudo habilitados por la empresa proveedora de servicios, para comprar de manera anticipada la cantidad de kilovatios que necesitan, controlando consumo y evitando suspensiones el servicio por falta de pago, además de altos costos en reconexiones.
Para realizar lo anterior, las empresas de energía utilizan dos tipos de medidores prepago, el primero con una comunicación robusta, donde el equipo puede ser recargado con tarjetas inteligentes o con códigos de seguridad (PIN), el segundo, con una comunicación liviana, basada en tecnología AMI (Advanced Meter Infraestructure) donde las recargas se realizan de manera remota.
Según el estudio publicado por Northeast Group, LLC., en la siguiente década, alrededor del mundo, el servicio de energía será el próximo mercado en crecimiento para la oferta de alternativas prepago, con una inversión de 11.4 billones de dólares en medidores prepago.
Para Open International, empresa líder en soluciones tecnológicas para las Utilities y Telecomunicaciones, las empresas de energía tienen el desafío de aumentar su cobertura y legalizar el servicio de energía, eliminando las conexiones o reconexiones fraudulentas, que no sólo son consideradas un delito por la ley y ponen en riesgo la vida de las personas que las realizan, sino que también generan grandes pérdidas económicas.
Adicionalmente esta alternativa, le permite al usuario ponerse al día con sus deudas y obligaciones anteriormente adquiridas con la empresa de energía, al contar con la posibilidad de destinar un porcentaje del dinero de la recarga a la amortización de su deuda, lo que favorece al saneamiento de la cartera morosa del proveedor de servicios.