Es necesario analizar opciones para eliminar o reorientar el subsidio.
Sergio GarcÍa SÁnchez*
¿Cómo se determina el precio de la gasolina en México? Hace varios años el precio se incrementaba automáticamente en relación al índice de precios al consumidor en base al sistema de precios administrados. El único caso donde no se aplicaba esta regla era en la frontera norte de México, donde el precio era similar al del sur de los Estados Unidos, porque de esa manera se evitaba que la gente cruzara la frontera en ambos sentidos para comprar al otro lado.
Actualmente, el precio es fijado por el Gobierno Federal, tomando en cuenta factores como el precio del petróleo, el de la importación de gasolina, y el costo de producción de la gasolina. El octanaje de la gasolina también influye en la determinación del precio de los distintos tipos. A estos factores se aplica el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), más impuestos estatales y federales.
El IEPS puede ser positivo o negativo, dependiendo del precio de la gasolina en Estados Unidos. Cuando el precio en México es más bajo, a través del IEPS resulta la aplicación de un subsidio. Este subsidio es regresivo, porque socialmente favorece de manera desproporcionada a los sectores de más altos ingresos, quienes concentran el mayor poder de compra y poseen medios de transporte que consumen un elevado nivel de combustible. Medioambientalmente dicho subsidio contribuye a una mayor contaminación atmosférica en lugar de reducirla; económicamente, tiene un costo elevado para el gobierno mexicano al desviar recursos que podrían ser enfocados más eficazmente a otras políticas públicas y programas sociales. En el aspecto de la seguridad energética, acrecienta más la dependencia petrolífera del país al importar gasolina y energéticamente el subsidio a la gasolina da una oportunidad casi nula de desarrollo a fuentes alternativas de energía limpia.
El gobierno mexicano señala que, de eliminarse el subsidio a la gasolina, habría dos consecuencias. La primera es que sería un duro golpe que resentiría el salario promedio mexicano y el sector de la población que menos recursos tiene. La segunda razón, la medular, es que si el subsidio se eliminara, inmediatamente los precios altos y volátiles del petróleo tendrían efectos inflacionarios en la economía mexicana, es decir, aumentaría el precio de este combustible, lo que derivaría que muchos productos y servicios también elevaran su precio e igualmente el poder adquisitivo de la población mexicana bajaría.
Eliminar el subsidio a la gasolina podría ser inflacionario a corto plazo. No obstante, convendría eliminarlo a mediano y largo plazo, quizás comenzando en el siguiente periodo sexenal del nuevo gobierno federal, en el que podría ser una propuesta de campaña presidencial, si se conjunta con ejemplos viables lo regresivo de este subsidio para México en la materia energética, social, económica y medio ambiental.
Para lograr eliminar el subsidio se deben implementar políticas coordinadas en materia hacendaria, económica y e-nergética, lo cual es un reto en toda la extensión de la palabra para el gobierno mexicano. Ante tal desafío, el apoyo y asesoramiento, hacia el gobierno mexicano, de un grupo de intelectua-les ?tipo think Tank? que aporten análisis y posibilidades de resultados mayormente viables ante problemas y retos en áreas concretas, sea lo más viable para lograr resultados por medio de políticas públicas que favorezcan la eficiencia en el uso de la energía y las fuentes alternativas. También agencias especia-lizadas de la ONU, como el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, podrían brindar asesoramiento.
Otra alternativa para desaparecer el subsidio a las gasolinas es irlo haciendo gradualmente a mediano plazo. El actual subsidio sigue beneficiando a un grupo reducido de la población que ostenta más de la mitad del poder de compra en la economía mexicana y quienes poseen medios de transporte propios. Contrariamente, la mayoría de la población no percibe los esfuerzos del gobierno federal en su vida diaria, ya que optan por usar el transporte colectivo, porque es más económico o poseen un auto pequeño de consumo que utilizan poco, ya que desde inicios del 2008 la gasolina Magna en México sube mensualmente 2 centavos por litro y no así los salarios, por lo que su poder de compra disminuye. Debe existir mayor conciencia entre toda la población para usar el sistema colectivo, para lo cual se requiere promover sistemas de transporte de mejor calidad.
Adicionalmente, el gobierno federal debe implementar subsidios focalizados en el ámbito del transporte público para influir favorablemente en apoyar a la población que menos recursos tiene. Esto no es populismo, sino una manera para incentivar en mayor medida a optar por el transporte colectivo y para fomentar el desarrollo de energías renovables y así eliminar gradualmente la dependencia de la importación de este combustible, ya que en base a datos de la Secretaría de Energía, actualmente 4 de cada 10 litros de gasolina para el consumo mexicano son importados.
Distinto al panorama del subsidio a la gasolina en México, en varios países de la Unión Europea (UE) también hay subsidios a la energía. La diferencia soslaya en que éstos se encuentran dirigidos a fuentes de energía alternativa y renovable. En el caso de Alemania, éstos son principalmente para la energía eólica y solar. Francia aplica subsidios a la generación de la biomasa. Italia subsidia la producción de bioetanol y los países nórdicos también aplican subvenciones para el desarrollo de las energías renovables.
Varios países de la UE están a favor de los subsidios a las energías renovables, porque buscan una seguridad energética, es decir, reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Saben que estas acciones los legitiman en la lucha contra los efectos negativos del cambio climático y el desafío de reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Además, los miembros de la UE están conscientes de que el desarrollo de la industria de la energía renovable está acompañado de beneficios económicos, es decir, creación de puestos de trabajo y exportación de tecnologías de energía renovable. El subsidio a las energías alternativas también favorece la creación de patentes e innovaciones en el área de las energías renovables.
México debe optar por la anterior dirección. El crudo de fácil de extracción se le está acabando al país. México tiene que tomar medidas a corto plazo, porque será, del 29 de noviembre al 10 de diciembre de este año, la sede de 16 Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático. La imagen internacional del país está en escena y de ahí razones extras para darle un giro en la dirección de la transición energética, lo cual incluye el imperativo a empezar a reducir el subsidio a la gasolina.
La desaparición gradual del subsidio a la gasolina, la opción de subsidios focalizados, políticas coordinadas a mediano y largo plazo en materia energética, hacendaria y económica junto al asesoramiento por parte de Think Tanks o agencias especializadas de Naciones Unidas son las alternativas para enfrentar los efectos negativos de los combustibles fósiles y terminar con la regresividad del subsidio a la gasolina.
Aunque las circunstancias no cambien, debe cambiar la manera de interpretarlas.
Fuentes consultadas:
? Cerro, J. (2008, Junio 23). [Qué hacer con los subsidios a la gasolina y el diesel]. La Jornada Morelos. Obtenido de http://www.lajornadamorelos.com/opinion/articulos/64671?task=view
? Energy Information Administration. (2010, Febrero 3). World Crude Oil Prices. Obtenido de http://tonto.eia.doe.gov/dnav/pet/PET_PRI_WCO_K_W.htm
? Secretaría de Energía. Iniciativas de Reforma Energética, Refinación.Obtenido de http://www.sener.gob.mx/webSener/reforma/res/Refinacion.pdf
? Secretaría de Hacienda y Crédito Público. (2010, Enero 7). PALABRAS DEL SECRETARIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO, ERNESTO CORDERO ARROYO, ANTE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN. Obtenido de http://www.shcp.gob.mx/Documentos_recientes/eca_comision_permanente_camara_diputados_07012010.pdf
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Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad de las Américas, Puebla y actualmente redacta su tesis de licenciatura titulada: Alemania, el catalizador de la política climática de la Unión Europea. m.mx)