El Infonavit otorga créditos a los trabajadores para adquirir e instalar equipos
ahorradores de energía o la adquisición de una vivienda con diseño bioclimático.
VÍCTOR MANUEL BORRÁS SETIÉN*
La vivienda puede ser uno de los medios más efectivos para lograr la equidad a la que aspiramos como país. Cuando una persona adquiere una vivienda, asume una actitud triunfadora ante sí y ante los suyos. Esa casa se convierte en el punto de partida para una nueva vida, el acceso a mayores oportunidades de desarrollo y bienestar.
En México, la vivienda representa un importante motor de crecimiento económico; es un detonador de empleo e inversión. Su construcción tiene un impacto directo en 33 ramas industriales, contribuye a generar y/o conservar 12 empleos directos e indirectos, además de los beneficios que para estados y municipios significa por el pago de impuestos, derechos y licencias.
En los últimos años, la industria de la vivienda ha sido, sin duda, uno de los sectores más dinámicos de la economía de nuestro país, como resultado directo de la mayor disponibilidad de financiamiento y la fortaleza de los organismos e instituciones responsables de otorgarlo.
En sólo siete años, se ha prácticamente triplicado el número de préstamos hipotecarios. Mientras que en 2001, se financiaron poco más de 300 mil nuevas viviendas, para el 2007 esta cifra rondaba las 900 mil. Lo anterior ha permitido un crecimiento sin precedentes del sector, contribuyendo al desarrollo de muchas ciudades.
Esta dinámica continuará y por eso, no podemos permitir que este creciente parque habitacional comprometa el desarrollo de las generaciones futuras.
¿QUÉ HACE EL INFONAVIT?
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, Infonavit, es un organismo que surge en 1972 para hacer cumplir la obligación constitucional de los patrones de dotar de vivienda a sus trabajadores. Se trata de un fondo solidario que otorga crédito a sus derechohabientes para que adquieran una vivienda, nueva o usada, construyan en un terreno de su propiedad, amplíen o remodelen su casa o liquiden una hipoteca con una institución financiera.
Se trata del principal proveedor de créditos hipotecarios en México. En sus 36 años de operación, ha otorgado 4.8 millones de préstamos, más de la mitad de ellos ejercidos en los últimos ocho años. A partir del 2001, y tras una profunda transformación, el ritmo de otorgamiento de crédito ha ido aumento, generando una derrama económica a nivel nacional superior a 616 mil millones de pesos. Hacia finales de año, habrá otorgado cinco millones de créditos en su historia, con lo que la vida de más del 20% de la población se desarrollará en una vivienda financiada por el Instituto.
En un país con una necesidad impostergable de vivienda, no podemos ni debemos darnos el lujo de detener el tren de edificación. Pero debemos asegurar que esa vivienda se traduzca verdaderamente en una mejor calidad de vida para sus habitantes, así como para las comunidades donde se ubica.
URGE MODIFICAR CONDUCTAS
Al presentar la Estrategia Nacional de Cambio Climático, el 25 de mayo de 2007, el presidente Felipe Calderón Hinojosa fue muy claro: “Necesitamos conciliar crecimiento económico y respeto al medio ambiente. El no conciliar ambas cosas hará fracasar las dos. El agotar el capital natural del país y del mundo frenará toda capacidad de crecimiento económico, y a la vez el no generar alternativas que sean sustentables, el no generar crecimiento que no sea sustentable, hará que la pobreza siga siendo una de las principales causas del deterioro ambiental”.
Por ejemplo, los gastos en el consumo de energía como consecuencia de viviendas mal diseñadas, tienen repercusiones económicas y ambientales durante toda la vida. Una casa mal diseñada en un ambiente cálido tendrá como mínimo un consumo adicional de mil Kwh/año, lo que representa alrededor de 300 litros de petróleo ó 0.6 toneladas de bióxido de carbono liberados a la atmósfera de manera adicional e innecesaria al año.
Suponiendo que el 50% de las casas se construyeran en regiones de clima cálido, sin considerar un diseño que regule su equilibrio térmico, se podría esperar que cada año se acumule un consumo adicional de 500 millones de kWh, lo que representa un consumo de 150 millones de litros de petróleo (casi un millón de barriles) y 300 mil toneladas de bióxido de carbono emitidos a la atmósfera.
Gracias a su impacto en el mercado, al otorgar 2 de cada 3 créditos que se ejercen en México, el Infonavit tiene la capacidad financiera y de gestión para modificar conductas y hacer operativo el desarrollo sustentable.
Por ello, tenemos que redoblar esfuerzos para asegurar que las decisiones de inversión para nuevos desarrollos habitacionales integren un diseño de uso eficiente de energía.
Hipoteca Verde, la propuesta
Para colaborar con la Estrategia Nacional de Cambio Climático, Infonavit concibió el proyecto denominado Hipoteca Verde, convencido de que es posible obtener ahorros en el consumo de energía y en consecuencia, importantes reducciones de las emisiones de bióxido de carbono, en un sector que hasta ahora ha tenido poco avance a nivel mundial.
El objetivo de la Hipoteca Verde es promover que en las viviendas adquiridas con crédito del Instituto, se incorporen tecnologías que se traduzcan en menor consumo de energía y agua. La hipoteca verde reconoce estos ahorros, otorgándole al trabajador un préstamo adicional de hasta 16 mil pesos (10 salarios mínimos) para financiar la adquisición e instalación de calentadores solares de agua, focos fluorescentes ahorradores de energía y válvulas ahorradoras de agua, aislamientos térmicos en techos y aires acondicionados de alta eficiencia o, en su caso, adquieran una vivienda con diseño bioclimático.
Se trata de un producto financieramente viable. El ahorro en el pago de servicios es superior a lo que el trabajador pagaría extra por la línea de crédito adicional ($215 vs. $100 mensuales en promedio, de acuerdo con la prueba piloto realizada durante el segundo semestre del 2007).
En este proyecto, Infonavit ha contado con el valioso apoyo del Instituto Nacional de Ecología quien coordinó la elaboración de la Guía Metodológica para el uso de Tecnologías Ahorradoras de Energía y Agua en las Viviendas de Interés Social en México. En dicha publicación participaron además la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Ahorro de Energía, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía, la Comisión Nacional del Agua, el Instituto de Ingeniería de la UNAM y la Asociación de Empresas para el Ahorro de la Energía en la Edificación.
La Guía establece para cada región bioclimática, las ecotecnologías idóneas para el ahorro de agua y energía, así como sus características y costos, los ahorros generados y las disminuciones de bióxido de carbono.
Información al 6 de octubre de 2008. Las ecotecnologías deben estar validadas por la Conae, el Fide y Conagua, quienes certifican el ahorro. Los ahorros y emisiones evitadas de CO2 dependen de la región bioclimática en que se ubique la vivienda.
En marzo pasado se realizó el lanzamiento de la Hipoteca Verde a nivel nacional. Hasta el pasado 6 de octubre se han formalizado mil 159 operaciones. Considerando un plazo promedio de 21 años en la vida de un crédito, cada casa podría generar ahorros por más de 88 mil pesos en el consumo de energía y agua, durante ese lapso.
Hasta el momento, 50 desarrolladores y constructores de vivienda se han sumado a la estrategia verde del Infonavit. Con ello se tiene una oferta registrada de más de 17 mil viviendas con características ecológicas en 22 estados de la República. De éstas, 3 mil 41 ya se encuentran en proceso de vinculación a un crédito con Hipoteca Verde.
Hipoteca Verde, el futuro inmediato
La Hipoteca Verde tiene un impacto directo en el bolsillo de las familias y su uso generalizado puede contribuir a potenciar programas federales.
Mediante el programa “Esta es tu Casa”, el Gobierno Federal otorga un subsidio a un trabajador de bajos ingresos para que pueda adquirir una vivienda. Tan sólo en el caso del Infonavit, durante la presente Administración se han canalizado poco más de cuatro mil 600 millones de pesos del presupuesto federal para complementar el crédito de 154 mil trabajadores con ingresos inferiores cuatro mil 156 pesos mensuales.
A partir del próximo año, este subsidio estará condicionado a la compra de vivienda con características ecológicas. Actualmente, la Secretaría de Hacienda, la Comisión Nacional de Vivienda y el Infonavit estamos elaborando en los criterios que deberán cubrir las viviendas susceptibles de participar en este programa, pero teniendo como requisito indispensable generar ahorros a las familias en el consumo de energía y agua. Esto, además, permitirá reducir el subsidio que actualmente se otorga en el consumo de luz y gas, maximizando los recursos del propio gobierno.
La sustentabilidad ha trascendido del ámbito de la academia y de la investigación, para integrarse al quehacer cotidiano de instituciones como Infonavit. La Hipoteca Verde puede ser un poderoso instrumento para cambiar la forma en que se ve a la vivienda y su relación con el cambio climático.
* Director general del Infonavit.