Será imposible mantener los niveles de actuales de consumo de petróleo per cápita en México, en virtud de que la tasa de extracción de crudo disminuye, mientras la de la población crece.
Fernando ChavarrÍa FernÁndez*
El máximo nivel histórico per cápita de producción y de consumo de petróleo en México se alcanzó en el año 1982, gracias a la disponibilidad de petróleo para el crecimiento y desarrollo nacional y a los niveles de incremento de la población. Es decir, ese máximo se alcanzó muchos años antes del cenit de producción petrolera, que quedó registrado en el año 2004.
La población de México se ha carcterizado por su rápido crecimiento con tasas que fluctuaron entre 2.02% y 3.40% para el periodo de 1950-1995, reduciéndose después hasta alcanzar una tasa del 1.02% para el año 2005, con una poblacion de 103.3 millones de habitantes. Al mismo tiempo, se observó a una relativa estabilidad de la produccion y del consumo per cápita del orden de 11.58 y 5.48 barriles de petróleo por habitante en promedio para el periodo compredido entere 1982 y el 2007.
Mexico figura entre los muchos países que han llegado a su cenit en la producción de crudo. Esto sucedió en el año 2004 con 3,383,000 barriles diarios, según datos de Pemex. Desde entonces, se observa una declinación sostenida en la producción de este recurso. Asimismo, no obstante la potencialidad de los nuevos yacimientos que se pudiesen llegar a encontrar y producir, todo indica que no se volvería a alcanzar los niveles de producción que se registraron en el 2004, pues la experiencia muestra, por ejemplo en el caso de los Estados Unidos de Norteamérica, que una vez que llegó a su cenit en 1970 y a pesar de la incorporación de nuevas disponibilidades de este recurso ?como es el caso de los yacimientos encontrados y explotados en la region de Alaska? éstas fueron insuficientes para volver a alcanzar los niveles de producción que se obtuvieron en el citado año. Así, la tasa de declinación de sus fuentes anteriores de producción resultó mayor que la tasa de produccion de las nuevas reservas incorporadas.
Lo mismo sucede en México. Observamos en la gráfica que acompaña este artículo que la producción y consumo promedio per cápita de petróleo en México fue de 10.67 barriles y 4.83 barriles, respectivamente, niveles inferiores a los registrados durante todo el cuarto de siglo anterior. Mientras tanto, en Estados Unidos, la reducción en la producción per cápita pasó de 13.67 a 6.19 barriles por habitante, mientras que su consumo aumentó de 24.18 a 25.73 barriles por habitante en el período 1982-2007. Es decir, disminuyó su producción per cápita en 54.7%, mientras aumentaba su consumo per cápita en 6.4%. Este aumento del consumo pudo darse gracias a las importaciones de petróleo que permitieron mantener, e incluso elevar, el consumo per cápita. Mientras tanto, México mantenía su status quo en relación a su produccion y consumo per cápita, siendo un país exportador de crudo.
Con base en ese análisis, será insostenible mantener los niveles de actuales de consumo per cápita en México, en virtud de que la tasa de extracción de crudo disminuye, mientras la de la población crece. Salvo, por supuesto, que disminuyan los volúmenes de exportación de crudo para destinarlos al mercado interno. Es previsible que el menor consumo per cápita, en su caso, generará la necesidad de cambios sustanciales en nuestra forma de vivir, incidiendo en las diversas actividades, tanto del Estado, como privadas y/o personales, lo cual implica modificar conductas que nos permitan transitar a esquemas alternos en el consumo de energía.
· Es ingeniero civil de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh), con maestría en Planeacion y Sistemas de la Universidad La Salle (Mexico) y candidato a la maestría en Estadística Aplicada en la UACh. Trabajó en Pemex Petroquímica en diferentes áreas y actualmente es profesor en la Universidad Tec Milenio campus Chihuahua y en la UACh. (ferchamex@hotmail.com )