El incremento de los costos de inversión y el retraso en la entrega del material y equipo para la construcción de infraestructura debe motivar una mayor disciplina en la planeación de los proyectos de inversión.
RIGOBERTO ARIEL YÉPEZ*
En los años recientes ha habido un notable incremento en los precios de los principales insumos utilizados en la construcción y desarrollo de proyectos de inversión en capital. La tendencia en el mercado mundial de altas tasas de crecimiento en la mayoría de las economías ha dado lugar a un importante incremento en los precios de las materias primas necesarias para ejecutar los proyectos de inversión.
Los costos de ingeniería y construcción han presentado un incremento significativo y se espera que continúen con esta tendencia debido al dinamismo que ha presentado la industria petrolera y manufacturera a nivel mundial. En el caso de la industria petrolera, los altos precios del crudo y gas natural han generado una alta disponibilidad de dinero en efectivo que ha sido utilizada, en buena medida, en inversión de capital, ya sea en nueva infraestructura o en ampliaciones y actualizaciones de infraestructura y equipo.
Este comportamiento inusitado en la industria de la construcción e ingeniería tiene un reflejo importante en los precios de los materiales, equipo y mano de obra calificada necesarios para la ejecución de las construcciones y la manufactura del equipo requerido por la industria.
Las restricciones en la capacidad operativa de la industria manufacturera, proveedora de materia prima y equipo para la construcción, el incremento en los costos de transporte debido a los precios del crudo y las limitaciones en la capacidad de transporte, así como la insuficiencia de mano de obra calificada y especializada, constituyen factores que afectan de manera contundente la operación de esta industria en el corto plazo afectando, en consecuencia, los precios a los que se obtienen sus servicios en el mercado.
Esta tendencia es particularmente importante en el mercado norteamericano y sobre todo en la costa norte del Golfo de México debido al incremento de la actividad constructora. El crecimiento de la construcción en esta región obedece al comportamiento de la industria petrolera en los últimos tres años y la reconstrucción de la infraestructura afectada por los huracanes que impactaron a la región en 2005.
El incremento en los precios de los materiales, equipo y mano de obra en el sector de la construcción tiene un claro efecto en los índices inflacionarios asociados a estos factores. Particularmente, en el caso de Estados Unidos, se ha observado una fuerte tendencia inflacionaria en los precios de las materias primas más importantes de la construcción.
En las gráficas, se observa la evolución de los índices de precios para el acero y el aluminio, respectivamente, del año 2002 a la fecha en los Estados Unidos. Destaca el caso del acero, que ha presentado en promedio para ese periodo un crecimiento anual de 33 por ciento. En el caso del aluminio, el crecimiento anual promedio ha sido del 18 por ciento. En el caso del cemento, ha sido del 8 por ciento en los últimos cinco años, agudizándose en los últimos dos años. Es decir, desde el 2002, el precio del acero se ha triplicado y en el caso del aluminio se ha duplicado. Al tratarse de bienes comercializables, la evolución de sus precios a nivel mundial presenta las mismas tendencias y particularmente en el caso de México esta tendencia es similar a la del mercado en Estados Unidos.
A la par de los incrementos en los precios de los servicios y materiales asociados a la industria de la construcción están los periodos de espera que se tiene para la entrega de equipo especializado y tubería en la industria del petróleo y gas. Esto se debe a que la capacidad de los proveedores de estos bienes es limitada y no puede reaccionar, en el corto plazo, a los requerimientos del mercado, reflejándose, a su vez, en un incremento en los precios de estos bienes.
La actividad generalizada del mercado ha sido muy dinámica y los especialistas esperan que se sostenga esta tendencia, lo que mantendrá la presión en los costos del equipo, materia prima, servicios de ingeniería y mano de obra calificada en la industria de la construcción.
El efecto para Petróleos Mexicanos (Pemex) es directo, toda vez que los mayores costos del equipo y la materia prima básica para los proyectos de inversión (acero, aluminio, cemento, cobre y níquel entre otros), de los servicios de ingeniería, y de la mano de obra especializada afectan los costos de inversión de la empresa. Esto implica una mayor demanda de recursos financieros y humanos para invertir y reduce los retornos esperados asociados a esa inversión.
El resultado de estas tendencias es un incremento en los costos de inversión en infraestructura nueva para producir, transportar y almacenar los hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos demandados por el mercado, así como en cubrir las necesidades de mantenimiento de la infraestructura existente.
Por otro lado, los mayores costos de inversión tienen un efecto negativo en la rentabilidad de los proyectos, ya que reducen el retorno esperado asociado a la inversión. Además del incremento en el costo de inversión, hay otro factor que impacta negativamente el retorno esperado de los proyectos y es el tiempo de entrega del material y equipo. Como se señaló anteriormente, la industria ha presentado un retraso en los tiempos de entrega de equipo especializado, tubería y materia prima por el inusitado crecimiento en su demanda. A consecuencia de ello, en la planeación de los proyectos de inversión deberá tomarse en cuenta este retraso en la entrega del equipo necesario para la construcción para evaluar apropiadamente los retornos esperados de dicha inversión.
El incremento de los costos y el retraso en la entrega del material y equipo para la construcción de infraestructura debe motivar una mayor disciplina en la planeación de los proyectos de inversión. En dicha planeación, debe considerarse el precio actual del material y equipo y el escalamiento necesario para prever el incremento en los precios hasta el momento en que concluya la construcción. Debido a que los proyectos de inversión de Pemex están sujetos a control presupuestal, existe un riesgo muy grande de no contar con los recursos suficientes para ejecutarlos. Sin embargo, este riesgo se atenúa considerablemente si los costos estimados de inversión incluyen la previsión del incremento en el precio del material y equipo y los contratos con las firmas constructoras consideran explícitamente la escalación por el incremento en los costos de construcción.
En resumen, los mayores costos del equipo, materia prima, mano de obra especializada y servicios de ingeniería y el retraso en los tiempos de entrega del equipo asociados a los nuevos proyectos de inversión en Pemex afectan negativamente el retorno esperado de esas inversiones. Por lo tanto, son factores que deberán tomarse en cuenta al momento de asignar recursos a los proyectos de inversión, como actualmente se está haciendo en el resto de la industria petrolera.
Si estos factores no son tomados en cuenta se tiene el riesgo de no contar con los recursos suficientes para llevar a cabo los proyectos o, peor aún, que dichos proyectos no entreguen los retornos esperados que se comprometieron al momento en que los recursos fueron comprometidos. Este tema es muy relevante, particularmente en el caso de aquellas inversiones que presentan tasas de rentabilidad baja (márgenes de utilidad estrechos) y/o con niveles de incertidumbre altos en su rentabilidad (inversiones con alto riesgo).
* Es asesor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Fue subdirector de Planeación Económica de Petróleos Mexicanos.