Stephan Wittig, Presidente, Asociación Mexicana para la Movilidad Sustentable y Co-fundador de WW Energy, para Energía a Debate.
México hoy amanece ante un panorama distinto, más prometedor para el campo, para nuestra economía y nuestro medio ambiente.
La Comisión Reguladora de Energía ha aprobado las modificaciones a la NOM-016-CRE-2016, que rige la calidad de petrolíferos, y que cuyos efectos serán relevantes para la economía de nuestro país como pocos cambios en los últimos años.
El “Acuerdo de la Comisión Reguladora de Energía que modifica la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE-2016, Especificaciones de calidad de los petrolíferos, con fundamento en el artículo 51 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización” contempla un cambio que a través de un sinnúmero de horas de investigación, lecturas, talleres, experimentación y finalmente entendimiento contempla el uso del etanol al 10% como componente de las gasolinas en nuestro país. Esto nos convierte en el país número 67 en adoptar el uso de biocombustibles; nos pone a la altura de los países desarrollados, y de los que buscan su desarrollo.
Fue el 12 de abril de este año que tras haber expuesto ante todas nuestras autoridades con interés en el tema la realidad del etanol a nivel mundial, entregamos de manera oficial a la Comisión Reguladora de Energía la “Solicitud formal de modificación a la norma NOM-016-CRE-2016 para incorporar al 10% etanol como componente de gasolinas a nivel nacional“. Con 21 argumentos técnico – científicos concluimos que los mismos eran soporte suficiente para permitir la transición al 10%, principalmente porque el 5.8% ya autorizado no hacía sentido técnico ni económico.
El etanol es el combustible más estudiado en el mundo, ya que su implementación se ha dado en algunos de los mercados más regulados, como lo son la Unión Europea, Estados Unidos y en especial el Estado de California, reconocido por tener las regulaciones medioambientales más estrictas a nivel mundial y donde ya se usan mezclas de etanol al 10% y hasta 85% de etanol con la gasolina.
El etanol se desempeña positivamente al usarse en ciudades con altas elevaciones sobre el nivel del mar, como lo ha demostrado su implementación en Denver, Colorado (1,564 msnm), Santa Fe, Nuevo México (2,194 msnm) y Bogotá, Colombia (2,640 msnm), tanto en sus emisiones, como en el desempeño del motor.
Las modificaciones a la norma abren al consumidor una nueva opción en combustibles, combustibles con una menor huella de carbono que proviene de fuentes renovables, con un menor impacto al medio ambiente, con 113 octanos y que desarrolla los empleos locales.
La inclusión del etanol en la matriz de combustibles de nuestro país nos permitirá acceder a beneficios:
Medio ambientales
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Reduce las emisiones de tóxicos y partículas finasReduce los Gases de Efecto InvernaderoSubstituye componentes dañinos de la gasolinaUna mezcla de etanol al 10% de volumen como oxigenante en las gasolinas acerca a México a los estándares globales de combustibles limpios.
Económicos
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Al tener el menor costo por octano, reduce el costo de las gasolinasPermite compartir especificaciones de gasolinas con el principal mercado de combustibles a nivel mundial, lo cual aumenta el número de proveedores potenciales que actualmente la producen, fomentando la competencia y mejorando las condiciones comercialesLa gasolina mezclada con etanol abrirá nuevas oportunidades de negocio para las empresas del sector energético.
Sociales
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Su implementación detona una industria nacional, usando tierras cultivables que se encuentran en desuso actualmente, y mejorando los rendimientos del campo actualLa producción de etanol apoya el desarrollo de la economía mexicana, empoderando a los agricultores locales y creando empleos y oportunidadesEl uso de etanol como oxigenante de las gasolinas aumenta el valor de los productos agrícolas de los que procede, mejorando así los ingresos de los habitantes rurales y, por ende, elevando su nivel de vidaSu producción representa un importante impulso a la producción agrícola y la agroindustria nacional, con opciones competitivas como el cultivo del sorgo y la caña de azúcar.
La infraestructura en el país ya es compatible con las mezclas de etanol al 10% desde hace varios años, incluyendo las terminales de almacenamiento, las estaciones de servicio, así como los vehículos.
En el caso de las zonas metropolitanas, confiamos en que el estudio de emisiones propuesto, bajo condiciones de la Ciudad de México y probando los combustibles comerciales formulados para mezclas con etanol para mejorar las emisiones al medio ambiente, se conduzca bajo total rigor científico.
Demostrándose su no perjuicio para el medio ambiente, esperamos poder extender el beneficio de las mezclas con etanol a las Zonas Metropolitanas del Valle de México, Guadalajara y Monterrey.
Estamos seguros de que las modificaciones propuestas a la norma generarán una mayor competencia en beneficio del consumidor, a la vez de permitirnos acceder a combustibles más limpios que mejoren nuestra calidad de vida.
Ahora es nuestro turno de desarrollar la industria e implementar nuestro plan de instalar 10 plantas de etanol en 5 años. Es nuestro turno de comenzar a tener los beneficios del etanol en nuestras gasolinas este mismo año, obteniéndolo del resto del mundo productor.
stephan@ww-energy.us