Con información de Felipe Sánchez Banda de la Agencia Informativa CONACYT
La Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec), a través del Departamento de Investigación en Alimentos (DIA), desarrolló una planta piloto de biorrefinería con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Es el diseño, construcción y operación de un reactor de steam explosion, o explosión a vapor, estamos hablando de temperaturas y presiones elevadas. Es un reactor con capacidad de 10 litros y la intención, principalmente, es el fraccionamiento, la obtención de compuestos de alto valor agregado y sustratos para la conversión en biocombustibles, específicamente etanol o bioetanol”, explicó el doctor Héctor Arturo Ruiz Leza, profesor investigador del DIA de la Facultad de Ciencias Químicas de la Uadec, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y coordinador del proyecto.
Con este proyecto, la institución busca fomentar la vinculación y desarrollo regional, a partir de tecnología mexicana, con un reactor especializado para potenciar la industria de los biocombustibles, a la vez que ofrece alternativas tecnológicas para México a partir de diseños nacionales.
Este espacio tecnológico ofrecerá la posibilidad de generar recursos humanos altamente especializados y una sinergia con el sector empresarial, mediante el desarrollo de productos de alto valor agregado sustentables y proyectos de investigación con mayor alcance e impacto en la sociedad.
A partir de la participación en la Convocatoria de Apoyo Infraestructura Científica-Conacyt 2016, el Departamento de Investigación en Alimentos de la Facultad de Ciencias Químicas de la Uadec obtuvo recursos para la construcción de una planta piloto de biorrefinería, con el objetivo de procesar, principalmente, biomasa lignocelulósica, residuos industriales y biomasa acuática, como macroalgas, para su transformación en biocombustibles.
El interés por implementar esa planta piloto surgió del grupo de Biorrefinería, que integran investigadores del Cuerpo Académico (CA) de Ciencia y Tecnología en Alimentos del DIA.
El doctor añadió que, de acuerdo con su conocimiento, a nivel nacional solo existe un par de reactores más de este tipo en Guadalajara y Puebla. El proyecto, desde su concepción y fundamento de la ingeniería básica, tuvo una duración aproximada de entre nueve y 10 meses.
“Es diseño e ingeniería mexicana, no necesitamos ir al extranjero para comprar equipo de esta índole, son equipos ciertamente ya probados, que se obtienen compuestos que pueden ser aplicados ya para un producto; existe la posibilidad de decir a la empresa que podemos darle el servicio de utilizar este equipo en escala piloto para el desarrollo regional y nacional, si no quiere comprar un equipo tan sofisticado”, recalcó el científico.
Respecto a las aplicaciones de la planta piloto, el científico Ruiz Leza comentó que el tema principal de este proyecto es refinerías, orientado a productos de alto valor agregado y biocombustibles.
“Se puede desde varias áreas, nuestro enfoque es refinerías, pero no significa que otras áreas como polímeros, materiales, cosméticos, alimentos, entre otros, no puedan producir compuestos que vayan aplicados a estas áreas. Claro, la materia prima sigue siendo la misma, materiales lignocelulósicos, residuos industriales, principalmente para la obtención de moléculas, biomoléculas o compuestos que puedan ser aplicados a todos estos sectores”, aclaró el especialista.
Por otra parte, el tema de vinculación es clave para el desarrollo del proyecto de la planta piloto de biorrefinería. Para esta convocatoria, uno de los objetivos importantes es la relación y vinculación con otras instituciones de la región con estados como Durango, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Coahuila, incluso Querétaro.