Redacción / Energía a Debate
Las importaciones totales de gas natural se incrementaron de 4 mil 702 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) en octubre de 2016, a 4 mil 983 mmpcd al mismo mes de este año, lo que significa un aumento de aproximadamente 14.5 por ciento.
Lo anterior, pese a que las terminales de recepción y regasificación de gas natural licuado (GNL) de Altamira, en Tamaulipas, y Ensenada, en Baja California, han operado de manera irregular en los últimos años.
De acuerdo con el Prontuario Estadístico 2017, correspondiente a diciembre de este año, publicado por la Secretaría de Energía, las importaciones de GNL en octubre pasado solo fueron de 700 mmpcd, de los cuales 200 mmpcd correspondieron a la terminal de Altamira y 500 mmpcd a Manzanillo, en tanto que durante todo este año la terminal de Ensenada no reportó recepción del energético.
En 2016, Ensenada solo recibió 102 mmpcd en febrero y la misma cantidad en junio, quedando inactiva el resto de los meses.
Por su parte, Altamira este año empezó a operar en abril con volúmenes que han oscilado entre los 110 y 400 mmpcd, según se ve en las tablas del documento.
El año pasado, la terminal de Altamira tuvo también un comportamiento irregular, al recibir gas solo entre abril y agosto, con cantidades variables entre los 99 y 214 mmpcd.
La Terminal de LNG de Altamira es una empresa filial de Royal Dutch Shell con una participación de la francesa Total, mientras que la terminal de Ensenada es operada por la empresa Energía Costa Azul, filial de Infraestructura Energética Nova (IEnova).
Por su parte, la terminal de Manzanillo, en el estado de Colima, es propiedad del consorcio KMS, formado por las empresas coreanas Korea Gas Corporation y Samsung C&T Corporation, así como por la japonesa Mitsui & Co., Ltd.
Respecto a las importaciones de gas a través de los 15 puntos de internación por ductos, a octubre de 2017, sumaron 4 mil 283 mmpcd, 89 mmpcd por encima de los 4 mil 194 mmpcd registrados en el mismo mes de 2016.