Redacción / Energía a Debate
México podrá revertir la caída de su producción petrolera y alcanzar los 3.3 millones de barriles diarios promedio para 2040, con una inversión acumulada estimada en 640 mil millones de dólares si continúa con el nuevo modelo energético actual, consideró Alberto de la Fuente, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI).
“Esta inversión, junto con aquella en el sector de electricidad y en eficiencia energética, ayudará a agregar un billón de dólares a nuestra economía en el 2040”, agregó el también presidente de Shell México.
Durante la presentación de la “Agenda 2040. Transformando a México”, elaborada por los miembros de la AMEXHI con base en la información del análisis prospectivo que realizó la Agencia Internacional de Energía (AIE) “Mexico Energy Outlook”, De la fuente dijo que el Nuevo Modelo Energético Mexicano permitirá cerrar la brecha entre el sector energético y la economía del país que se abrió en los últimos treinta años.
“En las últimas décadas, el sector energético en México perdió dinamismo mientras la economía siguió creciendo lenta pero consistentemente. Entre ambas se abrió una brecha importante que era necesario cerrar”, afirmó.
Agregó que este nuevo modelo permite catapultar al sector energético en su conjunto hacia el liderazgo regresándolo a su histórico papel de impulsor del crecimiento económico nacional.
En la presentación de la Agenda 2040, que reunió a los casi cincuenta miembros de la Asociación, analistas del sector, funcionarios públicos y periodistas, De la Fuente explicó que la situación actual del sector energético es resultado de las acciones de años atrás, así la infraestructura productiva de hoy depende de lo que se concibió, planeó y empezó a desarrollar hace décadas.
Por lo tanto, añadió, “esto claramente lleva a reflexionar si hoy estamos a la altura de lo que se planteó hace años, pero más que eso, lleva a la necesidad de responsabilizarnos de que nuestros planes estén a la altura de las necesidades del mañana. La energía del futuro se está construyendo hoy mismo.”
Refirió que para 2040, se prevé que los yacimientos hoy activos disminuirán su producción en 85 por ciento, por ello consideró que para construir el futuro debemos empezar a descubrir, desarrollar y aprovechar nuestro potencial energético lo más rápido posible.
Por su parte, Enrique Hidalgo, miembro de la Junta Directiva de la AMEXHI y quien fuera el responsable de coordinar la elaboración de la Agenda 2040, explicó el contenido del documento y los aprendizajes obtenidos durante los 14 meses que duró su elaboración.
Dijo que la Agenda identificó cuatro principios esenciales para que el nuevo modelo energético mexicano sirva a las necesidades del país: constancia, referida a continuar con el modelo en los próximos años independientemente de quién ocupe la administración pública; competencia, al seguir agregando jugadores en los diferentes segmentos del sector energético; transparencia, asegurando los contrapesos entre los agentes públicos y privados del sector, además de la rendición de cuentas, y economía del conocimiento, formando nuevo talento e invirtiendo en innovación.
Hidalgo, quien también es presidente de ExxonMobil Exploración y Producción México, destacó que gracias a este nuevo modelo, desde hace cuatro años quedaron atrás las alertas críticas en abasto de gas natural; ha crecido el número de competidores, lo que se refleja en el aumento de afiliados a la AMEXHI; se ha elevado el conocimiento en sísmica y en pozos, que ha llevado a nuevos descubrimientos y nueva producción, y se ha aumentado la capacidad de almacenamiento de petrolíferos y a una mayor oferta para los consumidores.
Por ello, dijo que “hoy es el mañana” y agregó que “para construir el futuro debemos mantener el rumbo y acelerar el paso.”
En este sentido, el directivo petrolero destacó que México deberá realizar entre 15 y 17 rondas petroleras exitosas de aquí al 2040, es decir, hacer rondas todos los años, e invertir en infraestructura, para lo cual se requerirá siempre mejorar los procesos regulatorios.
Al referirse a la seguridad energética, citó el estudio elaborado por la AIE que asegura que si México decidiera no continuar con el nuevo modelo energético actual pero sí deseara obtener los mismos resultados, entonces el país requeriría invertir 260 mil millones de dólares, cifra equivalente a 5.5 veces las necesidades anuales de la Universidad Nacional Autónoma de México, o 2.1 veces el presupuesto del programa PROSPERA.
Diez propuestas para potenciar el Nuevo Modelo Energético Mexicano
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Rondas anuales: Consolidar un sistema de rondas anuales con fechas predecibles, e independiente de los ciclos políticos o de precios, basado únicamente en los Planes técnicos Quinquenales y el sistema de nominaciones.Coordinación inter-agencias: Profundizar los mecanismos de coordinación entre las distintas agencias regulatorias y secretarías de Estado, a fin de contar con mayores niveles de eficacia en la ejecución de programas. Profundizar la interacción a través del Consejo de Coordinación del Sector Energético y poner especial énfasis en las inminentes necesidades en términos de infraestructura.Autonomía regulatoria: Dotar de autonomía a la ASEA y colegiar sus facultades de decisión, en términos similares a los que caracterizan a los demás reguladores del sector, para fomentar una visión de Estado de largo plazo. Otorgar mayor autonomía presupuestal a todos los reguladores.Plataforma digital: Creación de una plataforma única digital para el cumplimiento de las obligaciones regulatorias y contractuales, así como simplificación de las mismas, sin menoscabo de los pesos y contrapesos entre agentes reguladores. Especial énfasis se debe dar a los mecanismos de recuperación de costos de los contratos.Eliminar barreras de entrada: Como principio fundamental para consolidar mayor competencia. Esencial avanzar en acceso y desarrollo de infraestructura, consultas públicas y de evaluación de impacto, y mejorando la bancabilidad y estabilidad de los contratos.Incentivar el desarrollo de Pemex: Creando mejores condiciones para que celebre alianzas, reduciendo así su carga fiscal y riesgos, a la vez que mejora su financiamiento, y capacidad de ejecución, al contar con más socios.Seguridad: Fortalecer la seguridad jurídica de las inversiones, garantizando el acceso a mecanismos de arbitraje para la solución de controversias, tanto en leyes como tratados. Garantizar la seguridad física de los trabajadores, los activos, y las comunidades en donde se desarrolla el sector.No convencionales: Desarrollar los recursos no convencionales, con el mismo ahínco que se han desarrollado los convencionales, reconociendo la necesidad de encontrar términos contractuales que permitan competir en Norte América, avanzando en la disponibilidad de información sísmica, y fomentando regulaciones y diálogo que den certeza a las comunidades y los operadores.Economía del conocimiento: Consolidar la integración de información en la CNIH, mantener, y de preferencia, profundizar en los programas de becas, pasantías, certificaciones y de investigación del sector energético, poniéndolos siempre en el centro de la planeación y la solución de nuevos retos.Plan de carrera del servicio público: Crear un sistema de plan de carrera al interior de las instituciones encargadas de gestionar la política energética, poniendo al mérito y al conocimiento como puntales de su desarrollo profesional. Proveer programas de capacitación constante y claras sendas de desarrollo profesional y gestión de sus carreras.Consulte aquí la Agenda 2040. Transformando a México.