(Foto: IPN)
Redacción / Energía a Debate
Las 250 mil personas que transitan por hora sobre la calle Francisco I. Madero del Centro Histórico de la Ciudad de México podrían generar, mediante sus pisadas, hasta 57 mil 452.54 kilowatts al día, suficiente para alimentar el alumbrado público de esa vía y vender su excedente a la Comisión Federal de Electricidad.
De acuerdo con un proyecto por parte de las alumnas Viviana Molina Arreola, Selene Guadalupe Gálvez Salazar y Sandra Marcela Rojas Gutiérrez, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en la calle central de la capital del país se podría instalar un sistema consistente en 16 mil 624 placas “piezoeléctricas” que generarían electricidad mediante la pisada de los transeúntes.
“Si se toma en cuenta que la potencia requerida por las luminarias actuales es de 124.8 kilowatts por día, se tendría un excedente de aproximadamente el 99 por ciento de la energía generada por la piezoelectricidad, la cual puede ser suministrada a la red de la Comisión Federal de Electricidad”, aseguró el Instituto.
Según la investigación de las estudiantes de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (Upibi), el corredor de Madero es el que más factibilidad tiene para diseñar y llevar a cabo el proyecto, el cual también tiene el propósito de mostrar los beneficios que se obtendrían con la energía generada a partir de las pisadas y poner de manifiesto el ahorro que se tendría en comparación con la generación de energía proveniente de otras fuentes.
Las politécnicas explicaron que la energía piezoeléctrica se debe a un fenómeno de los cristales y cerámicas para generar un potencial eléctrico en respuesta a un estímulo mecánico aplicado. Aunque su descubrimiento data de hace más de un siglo, hasta hace pocos años no había sido posible utilizarla como una fuente masiva de energía en México.
Las alumnas de la Upibi determinaron utilizar la configuración de apilamiento que opera en el modo 33, que es la presión de la pisada por parte del peatón, la cual ocasiona que la baldosa sea forzada y polarizada en la misma dirección. “El fenómeno de la piezoelectricidad es un buen ejemplo de las energías alternas, se dice que hay una fuente mayor de energía y está justo debajo de nuestros pies”, comentaron las estudiantes.
Informaron que el corredor peatonal Madero mide un kilómetro y cuenta con 130 luminarias, modelo OV15, cuyo consumo energético es de 80 watts por hora e indicaron que el estudio puede aplicarse a cualquier calle o plaza pública con un elevado flujo de personas.
Es importante mencionar que se debe implementar un piezoeléctrico capaz de generar voltajes grandes para cargar una o más baterías, por lo cual la configuración de apilamiento y el uso de material como el Titanato Zirconato de Plomo, también llamado PZT garantizarán dicho requisito.
Las dimensiones de la placa son 60 centímetros de largo por 60 de ancho y tres de espesor; fabricada en acero y recubierta con acrílico. Este sistema piezoeléctrico se puede aplicar en asfalto, hormigón o cemento compuesto, no daña calles o avenidas.
El proyecto está asesorado por Saúl Hernández Islas, jefe de la carrera en Ingeniería Ambiental, y los maestros Engelbert Eduardo Linares González y Ana Isabel García Monroy.
Los resultados de la propuesta fueron presentados al director de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), Martín Alberto Gutiérrez Lacayo, en sus oficinas para su posible instalación.