Robert Perkins / S&P Global Platts
Las siete hermanas, las mayores más grandes del mundo, vieron que sus reservas se deslizaron a 86.93 mil millones de barriles de petróleo equivalente el año pasado, 0.7 por ciento por debajo en un año y 9 por ciento con respecto a los niveles de 2013, según un análisis de los archivos anuales de S&P Global Platts.
Mientras ExxonMobil, Chevron and BP se las arreglaron para elevar sus reservas probadas año con año a 2017; Shell, Total, Eni y Conoco reportaron menores reservas para ese año.
Obstaculizadas por un acceso más difícil a nuevos recursos y el impacto de la caída de los precios del petróleo en 2014, las grandes empresas han luchado para reponer toda su producción con reservas en los años recientes.
El declive más pronunciado en las reservas de la industria ha venido de la mano con el colapso de los precios de 2014. El trauma de menores precios no solo disparó una caída masiva en el gasto en upstream, sino que forzó a los productores a reportar menores reservas en proyectos con mayores costos.
El cambio al gas
Una tendencia que permanece llamativamente ausente en los datos de las reservas es el cambio gradual de la industria hacia más proyectos de gas en los años recientes.
Con una creciente industria enfocada en reducir la intensidad de carbono para alcanzar las metas de cambio climático de París, la mayoría de los productores han prometido poner más énfasis en aumentar sus proyectos de producción de gas y de GNL.
Sin embargo, a pesar de un número de descubrimientos de gas de alto perfil y a escala mundial fuera del Este de África y en la parte Este del Mar Mediterráneo, el cambio al gas aún no se refleja en los datos sobre reservas.
De hecho, las reservas de las grandes petroleras están dominadas más por el petróleo de lo que estaban hace diez años, según muestran los archivos de las empresas, con 54 por ciento del total de las reservas contenidas en líquidos en 2017, por encima del 52 por ciento de 2008.
Parte del cambio puede reflejar el retraso en pasar los nuevos descubrimientos de gas a los balances corporativos como reservas probadas, con los descubrimientos recientes aun clasificados como recursos futuros.
En 2008, los volúmenes descubiertos de gas convencional representaron 38 por ciento de los descubrimientos totales globales, de acuerdo con Rystad. Diez años más tarde, en 2017, los descubrimientos de gas representaron 45 por ciento del total.
Petróleo de gran margen
Pero el cambio puede reflejar más una creciente escasez de prospectos de petróleo de clase mundial que una estrategia de transición a proyectos de bajo carbón, creen los observadores de la industria.
“Creo que las compañías petroleras todavía intentarán primero encontrar petróleo, pero el cambio natural en la disponibilidad del recurso significa que, en los pozos que se han abandonado, hay menos petróleo”, dijo Espen Erlingsen, vicepresidente senior de Rystad. “La economía sigue siendo mucho mejor para un campo petrolero que para uno de gas”.
Luke Parker, vicepresidente de análisis corporativo de WoodMacKenzie, aseguró que “el cambio al gas ha estado en proceso desde hace mucho tiempo”. Y añadió: “Las gráficas (de reservas) nos dicen que realmente no se trata de que el gas sea un combustible puente (de hidrocarburos a energías renovables). Se trata de que las mayores empresas vayan a donde se presenten oportunidades de crecimiento y volúmenes.”
Déficit de recursos
De hecho, a pesar de que los jugadores de la industria petrolera hablan acerca de sus crecientes credenciales en gas, Parker apunta que el balance de las adiciones de reservas corporativas en años recientes es probablemente todavía de líquidos más que de gas.
La tendencia parece también continuar en el corto plazo, dijo, con nuevas oportunidades en upstream enfocadas a los líquidos que se están abriendo en el Medio Oriente, México y Brasil, potencialmente compensando el impacto de los nuevos descubrimientos en gas.
Los nuevos descubrimientos de petróleo y gas convencionales han caído drásticamente desde 2015 y el año pasado fue particularmente malo para los resultados en perforación.
De acuerdo con Rystad, menos de 7 mil millones de barriles de petróleo convencional equivalente fueron descubiertos en 2017, el menor desde los años 1940 y suficiente para reemplazar tan solo 11 por ciento de la producción de petróleo y gas del año pasado.