(Foto: vivecoatza.com.mx)
David Shields / Energía a Debate
Petróleos Mexicanos (Pemex), en apoyo al equipo de transición, ha comenzado los trabajos de desmonte en el predio de 230 hectáreas en Paraíso, Tabasco, donde se construirá la nueva refinería prometida por el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Ello, a pesar de que el proyecto no tiene presupuesto en la actual administración ni estudios de factibilidad y de que el titular del sector energético, Pedro Joaquín Coldwell, expresó en días pasados que ?la refinación no es un negocio rentable? para Pemex.
Según fuentes locales, la compañía SCCA ya trabaja con 7 retroexcavadoras para limpiar el predio propiedad de Pemex en la zona federal localizada a un costado de la terminal marítima de Dos Bocas. La maquinaria se utiliza para talar masivamente los cocoteros en la zona, aunque circula la versión de que éstos están afectados por amarillamiento letal.
A su vez, el periódico Tabasco Hoy, citando a empleados de Pemex, informó que la compañía CICSA, perteneciente al Grupo Carso, en breve comenzará con los estudios topográficos y análisis del suelo del predio para conocer la factibilidad del proyecto de refinería.
Todo lo anterior, a pesar de que el proyecto no cuenta con el permiso para su construcción que debe emitir la Secretaría de Energía, de acuerdo con el Artículo 48 de la Ley de Hidrocarburos, y tampoco permiso de la autoridad ambiental federal. Además, presumiblemente los contratos para SSCA y CICSA han sido adjudicados directamente, no por licitación pública ni por invitación restringida.
El viernes pasado, el Gobernador electo Adán Augusto López Hernández, junto con la próxima Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, y el futuro director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, supervisaron los trabajos de limpieza en el predio y conocieron detalladamente los avances perimetrales de la obra. Les acompañaron funcionarios de Petróleos Mexicanos, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Nahle García expresó que quien evalúa el trabajo en la zona es el Instituto Mexicano del Petróleo, y su idea es apretar el paso para no tener ninguna clase de atraso en la obra, la cual el Presidente electo López Obrador promete tener lista en tres años para poder procesar 600 mil barriles diarios de petróleo crudo.
Se reporta una gran afluencia de personas desocupadas y de compañías locales en busca de contratos de trabajo en el predio, donde representantes del Sindicato Estatal de la Construcción estarían recopilando una lista de las compañías interesadas.