David Shields / Energía a Debate
Aun cuando Alfonso Romo, futuro jefe de la Oficina de la Presidencia, ha señalado que están bien todos los contratos de la Reforma Energética, se observa un intento de desprestigiar el primero de los contratos otorgados en las rondas petroleras de la Reforma, mismo que llevó al descubrimiento más importante de las rondas hasta el momento, conocido como Zama-1.
Esta semana, la agencia Reuters citó a la futura Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, quien habría dicho que el equipo de transición de Andrés Manuel López Obrador examina un contrato petrolero del consorcio formado por la estadunidense Talos Energy, la mexicana Sierra Oil & Gas y la británica Premier Oil PLC, que ganó en 2015 para desarrollar los Bloques 2 y 7, ubicados en las Cuencas del Sureste. La nota de Reuters fue ampliamente publicada a nivel nacional e internacional.
“Estamos revisando varios (contratos), pero con ése iniciamos”, dijo Nahle a la agencia.
Varios medios también citaron esta semana a Nahle, quien señaló en Jalapa, Veracruz, que ya inició la “etapa de revisión” de los 107 contratos petroleros de la Reforma Energética y que las compañías “si entraron bien a las rondas, si no hay corrupción, no tienen por qué preocuparse; si entraron mal, si hay corrupción, si hubo algún manejo indebido en los contratos, que se preocupen”.
Hoy, en un artículo difundido por Grupo Milenio, se destaca que, como coordinadora de Morena en San Lázaro, Nahle calificó de “una burla, un engaño y una manipulación del gobierno mexicano” ese primer descubrimiento de un yacimiento derivado de la apertura petrolera.
También, según Nahle, de acuerdo con un archivo geológico de Pemex, “ya se sabía” de este yacimiento y ella ha señalado presuntos nexos entre Sierra Oil and Gas con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
El consorcio Talos-Sierra Oil-Premier Oil perforó el pozo Zama-1 a principios de 2017 y en julio de ese año anunció un descubrimiento de petróleo estimado entre 1,360 y 2,000 millones de barriles de crudo que podría extenderse a un bloque vecino de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La posición oficial sobre el caso es que la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) determinó licitar el bloque ?y no se lo dio a Petróleos Mexicanos (Pemex) en la Ronda Cero? porque Pemex nunca había perforado ahí. Sólo mediante la perforación se puede confirmar la existencia de un yacimiento de hidrocarburos.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) envió un comunicado el 7 de agosto de 2017 en el que mencionó que se trataba de un descubrimiento en estricto sentido técnico, dado que los hidrocarburos encontrados son atribuibles a la perforación del pozo exploratorio Zama-1 por el consorcio Talos-Sierra Oil-Premier Oil.
“No hay registro de algún pozo exploratorio perforado previamente dentro del área contractual o en la estructura geológica perforada por Zama-1, que haya reportado la existencia de hidrocarburos”, según el criterio manifestado por la CNH en aquel entonces. Además, toda la información conocida sobre el bloque estaba disponible en el cuarto de datos para todos los interesados.
Por su parte, Alfonso Romo afirmó en días pasados, al participar en el Foro Económico organizado por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que la administración de AMLO no tiene ningún problema con los contratos petroleros. “Estamos bastante cómodos con todos”, dijo. Según Romo, ya se ha revisado “la mayoría de los contratos”.
Y abundó: “No vamos a quitar ni un contrato. (?) El motor de la economía tiene que ser el sector privado. No nos vamos a pelear con lo exitoso. Vamos a respaldar lo que se ha hecho y queremos que nos demuestren que la Reforma sí va a traer más producción y beneficios al Estado”.
¿A quién creerle? La duda que tiene nerviosos a los inversionistas, ante las declaraciones de Nahle, es si el equipo energético de AMLO va a ir desprestigiando los contratos uno por uno, aun cuando no los vaya a impugnar legalmente.