Mantener en el largo plazo la política de estímulos fiscales a las gasolinas implicaría distorsiones en el mercado, el cual necesita competencia e infraestructura, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
“La política de estímulos fue la respuesta a una coyuntura específica, sin embargo, no es la mejor alternativa de largo plazo ante las fluctuaciones en el precio del petróleo”, planteó.
En un estudio sobre la renta petrolera y los estímulos fiscales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicable a los combustibles, el IMCO analizó la información del Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública para el cuarto trimestre de 2022, publicado el pasado 30 de enero por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En ese año, refirió el Instituto, se presentaron los precios internacionales del crudo más altos, a niveles no vistos desde 2013, en un contexto de inflación.
Como respuesta a esta contingencia, recordó que el gobierno federal estableció una política de estímulos fiscales al IEPS aplicable a las gasolinas y el diésel, e inclusive contra el pago de ISR y el IVA.
“Para el Instituto Mexicano para la Competitividad esta política tuvo un alto costo de oportunidad en las finanzas públicas del país y generó distorsiones en el mercado de los combustibles”, apuntó.
De acuerdo con el análisis del organismo no gubernamental, en 2022 el costo final por el otorgamiento de los estímulos fue de 397 mil millones de pesos, lo que provocó que en total la hacienda pública tuviera un boquete de más de 128 mil millones de pesos, monto que contrarrestó los ingresos petroleros que, en ese año, fueron de 269 mil millones.
Al respecto, el IMCO comentó que, a pesar de que los ingresos petroleros tuvieron excedentes por 269 mil millones, no fueron suficientes para compensar la renuncia recaudatoria del IEPS a gasolinas y diésel.
“La cifra no cuenta los ingresos excedentes de Petróleos Mexicanos (Pemex) dado que se consideran únicamente los recursos que entran a la Tesorería de la Federación, no los de una empresa que si bien es propiedad del Estado mexicano, no es la única fuente de ingresos del Gobierno Federal”, agregó.
(Fuente: IMCO)
El Instituto, bajo la dirección de Valeria Moy, comparó lo que dejó de captar Hacienda por la política de estímulos fiscales a las gasolinas y encontró que es equivalente al doble de los recursos que se asignaron para 2022 el sector salud, o igual al presupuesto de la Secretaría de Educación, o 1.3 veces el de la Secretaría del Bienestar.
Por otra parte, el IMCO destacó que en este 2023, Pemex tendrá que cubrir 10 mil millones de dólares, o 188 mil millones de pesos, en vencimientos de su deuda.
Tan solo en el primer trimestre del año, los pagos alcanzarán los 6 mil millones de dólares, o 113 mil millones de pesos.
“El Gobierno Federal ha anunciado que la SHCP apoyará en estos pagos para continuar con el plan de rescate financiero de la empresa. Esta medida representa una presión adicional a las finanzas del país y fortalece la simbiosis entre la petrolera y la hacienda pública”, apuntó.