La compraventa de centrales eléctricas propiedad de la empresa Iberdrola no es favorable para acelerar la transición energética en México, además de que el país pierde la oportunidad de atraer inversiones en un contexto global que va hacia energía más limpia, consideró Isabel Studer, Directora de la Alianza MX Universidad de California – México para la Electromovilidad.
Recientemente, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció la adquisición de 12 centrales de generación eléctrica con base en gas natural, más una eólica, todas propiedad de la empresa de origen español Iberdrola México.
La mayor parte de los recursos proceden de un fideicomiso privado, Mexico Infrastructure Partners (MIP), junto con la aportación del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), en una operación con un valor total por 6 mil millones de dólares.
Iberdrola México desincorpora así alrededor de la mitad de sus activos en el país, que conjuntan más de 8 mil megawatts de capacidad instalada.
En entrevista para Energía a Debate, la doctora Studer recordó que en Estados Unidos hay una creciente presión por aumentar la participación de las energías limpias y la electromovilidad.
Asimismo, lamentó que México, a pesar de su enorme potencial para el desarrollo de estas fuentes renovables, que ya han sido aprovechadas como consecuencia de la reforma energética impulsada por la administración federal anterior, no tome ventaja del hecho de que el mundo lo ve como un actor relevante en esta transición.
La especialista en temas energéticos participó en la Cumbre “California – México a 2030”, organizado por la Alianza Universidad de California-México, que se lleva a cabo en la Ciudad de México los días 19 y 20 de abril.
Al platicar con este medio, Studer también recordó que la administración del presidente norteamericano Joe Biden está
buscando acelerar transición energética, no solamente en el sector eléctrico, sino en todas las formas de energía.
“Estamos viendo que en Estados Unidos las presiones son cada vez más fuertes para no solamente el tema eléctrico, que es un primer paso, pero hay que hacer que toda la energía sea limpia. Es tener realmente energías renovables”, señaló.
Refirió que la administración de Biden ha destinado un total de 370 millones de dólares mediante la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley bipartidista de Infraestructura para acelerar la transición.
Por último, dijo que hay unos 37 proyectos de fàbricas para la elaboración de baterías en Estados Unidos, pero acotó que la innovación avanza rápido, lo que provocaría que las baterías de sodio podrían desplazar a las que utilizan litio.