Las actuales condiciones geopolíticas del mundo, la volatilidad de los mercados, las demandas sociales, así como las necesidades de los gobiernos para cubrirlas, han creado un panorama bastante complejo para las empresas petroleras nacionales, que han visto limitada su capacidad de ejecución haciendo crecer su deuda y los compromisos contraídos con fondos internacionales, y las empresas de bienes y servicios, todo lo cual pone en continuo riesgo la operación diaria y, en consecuencia, la producción de hidrocarburos.
En la búsqueda continua de reservas para mantener su competitividad y valor de mercado, y considerando la ubicación de nuevas oportunidades en aguas ultra profundas, o sitios alejados de regiones tradicionales de desarrollo de hidrocarburos, las empresas operadoras privadas han abierto sus puertas a alianzas estratégicas con otras creando Consorcios de Alto Desempeño (COAD), incorporado también a empresas especializadas en el sector de los bienes y servicios.
“Las empresas operadoras privadas han abierto sus puertas a alianzas estratégicas con otras creando COAD”.
Esta decisión de las empresas operadoras para la conformación de dichos consorcios apoya igualmente otras estrategias relacionadas con la reducción del tamaño de las organizaciones, la concentración en las actividades de exploración y producción, la contratación de servicios integrales (perforación y servicios a pozos), y el fortalecimiento del rol de proveedor de tecnologías a las empresas de equipos y servicios petroleros, principalmente en esas actividades, las cuales día a día demandan más conocimiento especializado e innovaciones, como las geociencias, el diseño y perforación de pozos, así como el diseño y construcción de infraestructura, equipos y materiales, entre otras.
Lo anterior sugiere que las empresas nacionales deban darle una lectura o entendimiento diferente al tema de la creación de valor o flujo de efectivo para revertir el crecimiento del costo y monto de sus deudas. De igual modo las empresas de servicio. La realidad actual sugiere que ambas entidades aborden la relación cliente-proveedor creando mecanismos diferentes a los existentes que favorezcan relaciones de mutuo beneficio, orientadas a formas de mayor colaboración para enfrentar los retos tecnológicos que plantea el cambio climático, la protección ambiental, la seguridad, la explotación de los yacimientos en áreas de difícil acceso y favorecer niveles superiores de eficiencia y productividad en un mercado petrolero caracterizado por la volatilidad de los precios.
En el caso de los COAD, las empresas de bienes y servicios pueden ofrecer muchas ventajas a las firmas nacionales, desarrollando proyectos y respetando sus criterios de dominio de las reservas. Entre estas ventajas se encuentran la posibilidad de hacer las inversiones en conjunto, transferir tecnologías en tiempo real, distribuir los riesgos, reducir el tiempo de ejecución de nuevos proyectos y los costos operativos y controlar las emisiones de carbono, mejorando de esta manera su operatividad y aprovechando sus recursos y capacidades. Evidentemente estos esquemas colaborativos requieren una revisión de los conceptos de contratación donde se pondere el costo beneficio de estos en comparación con los esquemas tradicionales de licitación.
Dos empresas nacionales que han logrado establecer nuevos esquemas de relación con empresas de bienes y servicios son Ecopetrol, de Colombia, y Petrobras, de Brasil. En ambos casos seleccionaron proyectos específicos y crearon COAD, estableciendo esquemas de trabajo y financiamiento conjunto, los cuales facilitaron la obtención del capital necesario para su ejecución. También crearon figuras financieras equivalentes a fideicomisos o cuentas de propósitos específicos para la administración de los recursos, ingresos, inversiones y gastos, que permitieran disponer de un mecanismo transparente que facilitara los pagos correspondientes, así como el retorno del capital invertido a los integrantes del consorcio, con base en las participaciones previamente definidas.
Las tendencias y perspectivas del mercado petrolero señalan que las empresas operadoras mantendrán sus estrategias para alcanzar objetivos asociados a los criterios ESG: (E) Ambiente, (S) Sociales y (G) Gobernanza, buscando asociaciones que les permitan optimizar el ecosistema petrolero, el cual pretende asegurar los procesos de extracción de fluidos, separación y manejo del líquido y el gas, reinyección y utilización del gas remanente en turbinas de ciclo combinado para generar electricidad (Gas to Power),así como la captura de emisiones de anhídrido carbónico (CO2). Todo un ciclo que garantice la producción de moléculas de hidrocarburos sin contaminar o depredar.
No dudamos que los responsables de las decisiones financieras de la empresa nacional mexicana hacen todo lo que corresponde para honrar los compromisos con las empresas de bienes y servicios del sector; no obstante, explorar algunas experiencias exitosas de otras empresas nacionales puede generar los beneficios esperados. Existen mecanismos que, sin ser estrictamente financieros, pueden ser una opción significativa para cambiar la tendencia de acumulación de pagos por bienes recibidos y servicios ejecutados, considerando que la actividad seguirá siendo demandada. Iniciar un proyecto específico que permita poner sobre la mesa las experiencias tipo COAD puede representar una opción muy válida y productiva, sin que se vea afectada la propiedad de la empresa nacional y del país sobre sus reservas y la producción de hidrocarburos.
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