Estamos en época de campañas electorales y nos encontramos, como es costumbre, inmersos en promesas y más promesas. El próximo 2 de junio los mexicanos decidiremos quién ocupará la silla presidencial para el periodo 2024-2030, además de la renovación del Congreso de la Unión, congresos locales y presidencias municipales.
Igualmente, los ciudadanos de nueve entidades –Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México– vamos a votar por quién nos gobernará localmente para el mismo periodo.
En este contexto me quiero centrar en la capital del país por el tema energético. Tres aspirantes a la Jefatura de Gobierno están punteando, según las encuestas, y son –de forma meramente enunciativa– Santiago Taboada, por la coalición “Va X la Ciudad de México”; Clara Brugada, por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, y Salomón Chertorivsky, por el partido Movimiento Ciudadano.
Los tres han presentado sus plataformas políticas y, como también hemos visto en otros procesos electorales, las propuestas en la mayoría de los casos tienen puntos de coincidencia independientemente de la visión ideológica o partidista. Y no puede ser de otra forma, ya que al final de cuentas, quede quien quede, los problemas que aquejan a la CDMX son los mismos.
Por lo que hemos podido ver en los distintos foros donde han presentado sus propuestas, los principales temas que ocupan mayor interés son el alarmante desabasto de agua potable cada vez mayor, la movilidad y la economía local.
Pero el tema energético no parece ser una prioridad para ninguno de los tres candidatos, salvo algún comentario con respecto a la electromovilidad y el impulso al uso e instalación de paneles solares. Nada más.
“El tema energético no parece ser una prioridad para ninguno de los tres candidatos”.
¿Qué hay de una verdadera política energética para la Ciudad de México, una que realmente busque solucionar los problemas de la capital, por un lado, y por otro que impulse inversiones y proyectos sustentables y de eficiencia energética? ¿Qué tal una Agencia de Energía de la CDMX? De eso, nada.
De las 32 entidades de la República, la capital del país se encuentra en el grupo de las diez que no tienen un organismo, sea Secretaría, Agencia, Comisión o, al menos, Comité, que atienda en específico los asuntos relativos a la energía de manera local.
Coahuila, Colima, Michoacán, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí y Tlaxcala están en esta lista, además de Aguascalientes que al menos ya lo está estudiando y Guanajuato que lo viene anunciado desde 2023. Y la CDMX, por supuesto.
Quien dio un paso hacia atrás fue Sinaloa. En 2012, durante la administración del gobernador Mario López Valdez, se creó la Comisión Estatal de Energía, pero en 2017, al año siguiente de que dejara el cargo, se extinguió y se creó la Dirección de Energía Sustentable dentro del organigrama de la Secretaría de Desarrollo Sustentable.
Yucatán también tiene la Subsecretaría de Energía dentro de la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo.
Por el otro lado, quienes sí tienen un organismo aparte, en distinto orden, son Chiapas y Tabasco en rango de Secretaría de Energía, mientras que Oaxaca lo maneja como Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Energía y Sostenibilidad.
Baja California Sur se maneja mediante un Comité de Energía, en tanto que su vecina Baja California, Estado de México, Guerrero, Morelos, Sonora y Tamaulipas resuelven a nivel de Comisión. Durango se mueve con la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo de las Energías Renovables.
Pero una verdadera Agencia estatal, autónoma y con personalidad jurídica propia, solo la encontramos en nueve entidades que son Campeche, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Veracruz y Zacatecas.
Cierto es que la Ciudad de México no tiene espacio para el desarrollo de grandes proyectos energéticos, de ningún tipo. Pero justo la concentración enorme de centros de consumo de electricidad, gas y combustibles, así como su capacidad de generación de desechos, la hacen el paraíso de planes y programas de ahorro y uso eficiente de energía, micro-redes, electromovilidad, calefacción solar, generación por biogás y biomasa, economía circular, descarbonización y una buena variedad de áreas de oportunidad.
¿Por qué los tres candidatos no lo ven así? Quizá les gane la inmediatez o, por qué no decirlo, probablemente ni ellos ni sus asesores vean en la energía un tema políticamente capitalizable.
Que alguien les explique, por favor.
*/ Ulises Juárez es licenciado en Ciencias de la Comunicación (Periodismo) por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Durante más de 20 años se desempeñó en áreas de Comunicación Social de diversas dependencias de gobierno federal, entre ellas, la Secretaría de Energía, por casi diez años. Durante dieciséis años ha sido periodista y columnista especializado en el sector energético en diversos medios de comunicación.
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