Desde que se recrudeció el conflicto que opone al gobierno de Israel y al grupo yihadista Hamás en la Franja de Gaza, el tráfico marítimo entre el mar Rojo y el estrecho de Bab el-Mandeb se ha visto fuertemente perturbado debido a los constantes ataques a buques petroleros y cargueros por parte de Ansar Allah (también conocidos como milicias hutíes), una organización política y militar chií zaidí opuesta al gobierno suní de Yemen y con fuertes nexos con Irán y que advirtió que atacaría buques comerciales ligados a Israel, a personas o empresas israelíes en apoyo a Gaza, lo cual no fue precisamente respetado. De este modo, entre el 19 de noviembre y el 18 de diciembre de 2023, los militantes hutíes han perpetrado al menos 23 agresiones, entre ataques con drones equipados con explosivos, lanzamiento de misiles y otros proyectiles no identificados, abordajes ilegales, secuestro de tripulación y desvío de navíos.
La primera agresión se registró el 19 de noviembre cuando el buque portavehículos GALAXY LEADER (operado por la naviera japonesa Nippon Yusen, NYK Line y con bandera de Bahamas) fue abordado ilegalmente en el mar Rojo por presuntos militantes hutíes que utilizaron un helicóptero para aterrizar sobre el buque y llevarlo a costas yemeníes, reteniendo ilegalmente a la tripulación, entre ellos, dos mexicanos que permanecen como rehenes. El 26 de noviembre, los militantes hutíes intentaron abordar el buque petrolero CENTRAL PARK (de bandera liberiana y administrado por Zodiac Maritime) en el Golfo de Adén, en las costas de Yemen, pero la rápida intervención de la marina estadounidense impidió el abordaje del buque. Un día después, en retaliación, dos misiles balísticos fueron lanzados desde Yemen supuestamente por los hutíes, cayendo a 10 millas náuticas del CENTRAL PARK. El 3 de diciembre, un dron con explosivos impactó al buque contenedor NUMBER 9 (de bandera panameña) y el 11 el petrolero STRINDA (Noruega) fue impactado con un misil lanzado desde Yemen. El último incidente reportado sucedió el 18 de diciembre, cuando militantes hutíes armados a bordo de cinco lanchas se aproximaron al buque petrolero GREEN TRADER (con bandera de las Islas Marshal) cera del estrecho de Bab el-Mandeb.
A raíz de estos incidentes, desde el 18 de diciembre las navieras más importantes del mundo, entre ellas Mediterranean Shipping Company (MSC), Evergreen Line, Maersk, Hapag-Lloyd y OOCL, anunciaron el cese de sus operaciones a través del paso de Bab el-Mandeb y del mar Rojo. A estas medidas se sumaron el gigante petrolero BP y la noruega Equinor, por lo que los navíos tendrán ahora que tomar una ruta más larga por el Cabo de Buena Esperanza, en el sur del continente Africano, añadiendo más de 3,500 millas náuticas a su ruta y 10 días de retraso para la carga.
La importancia geográfica del mar Rojo en el tráfico marítimo mundial
La importancia del Mar Rojo para el tráfico marítimo radica en que cerca del 12% del comercio mundial transita por esta turbulenta franja marítima que conecta a los países del Golfo Pérsico (los principales productores de hidrocarburos del mundo) y la India con el Mar Mediterráneo a través del Canal de Suez de Egipto, constituyendo una de las rutas marítimas más importantes del mundo para el transporte de petróleo, gas natural licuado y bienes de consumo. De acuerdo con la firma S&P Global Market Intelligence, cerca del 15% de estos bienes se transportan por mar desde Asia y el Golfo Pérsico hacia Europa, Oriente Medio y el norte de África, mientras que cerca del 21% del petróleo refinado, 13% del petróleo crudo y entre el 4 y el 8% del GNL habrán transitado por el Mar Rojo al final de este año.
Históricamente, los dos accesos al Mar Rojo, el Canal de Suez por el norte (Egipto) y el estrecho de Bab el-Mandeb por el sur (Yemen), han estado expuestos tensiones geopolíticas que han opuesto a diversas naciones árabes a Israel. En 1956, durante la Guerra del Sinaí (iniciada, precisamente, por la nacionalización del Canal de Suez por parte de Egipto), su acceso permaneció cerrado. Posteriormente el canal quedaría bloqueado por 8 años debido a la “Guerra de los Seis Días” de junio de 1967 y a la Guerra del Yom Kippurde octubre 1973). A pesar del fin de estos conflictos, el canal no abriría a la navegación hasta junio de 1975.
Un impacto económico limitado… por ahora
Como era de esperarse, los recientes ataques hutíes han tenido un impacto significativo en los precios del crudo y el comercio global. Si los precios de los fletes marítimos se han mantenido relativamente estables, de acuerdo con fuentes especializadas en ese sector, el precio del oro negro ha aumentado ligeramente. Al 22 de diciembre, diferentes medios constaron que el precio del barril Brent cotizó en 80.31 dólares por barril, un incremento del 1.16%, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) cotizó en 74.5 dólares por barril, un incremento del 1.3%. El precio del combustible para aviones también se ha visto afectado esta semana, ya que cerca del 15% del comercio mundial de este producto transita por la zona, afectando directamente a EAU, Arabia Suadí y la India, los principales proveedores de Europa de acuerdo con S&P Global Market Intelligence.
¿Y América Latina?
Si bien la nuestra convulsa región se encuentra relativamente al abrigo de estas tensiones, los países importadores de crudo y gas son los que podrían resentir los incrementos de precios internacionales. Guatemala, por ejemplo, depende en gran medida de las importaciones de petróleo para satisfacer su demanda interna, por lo que cualquier variación en los precios internacionales se refleja directamente en el mercado local. En Brasil, el mayor productor de crudo de la región latinoamericana, la empresa estatal Petrobras puede mantener los precios por periodo razonable; su principal preocupación, por ahora, es que el 30% de sus exportaciones van a Medio Oriente. En México, bueno, la mezcla mexicana de exportación ganó 1.25 dólares, cotizando en 69.50 dólares el barril (18 de diciembre).
Finalmente, otras navieras anunciaron el desvío de su tráfico debido a los ataques hutíes y si bien no está claro el impacto que esto tendrá, los precios del petróleo, el GNL y los bienes de consumo subirán si los ataques se recrudecen durante las próximas semanas, lo que es muy probable ya que Israel ha anunciado que no detendrá su ofensiva hasta acabar con Hamas. Ante este escenario, es probable que algunos gobiernos de la región tengan que reajustar los precios de la gasolina y el gas para inicios de 2024.
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