Desde 2007, año en que se dio la primera interconexión de paneles solares en pequeña escala con un proyecto de 3 kW (unos 20 paneles de 150 watts disponibles en ese entonces) de capacidad de generación, el sector no ha dejado de crecer. En el año 2016 se aceleraron los proyectos al grado de duplicar la capacidad instalada total en un solo año para mantenerse en crecimiento. Si bien ya no se duplica la capacidad instalada en un año, tan sólo en 2020 se instalaron más paneles solares (467 MW) que en 2017 y 2018 juntos (444 MW en conjunto). Y cada año va superando lo anterior.
Creo que la gran noticia es que el sector no se frenó por la pandemia y esto se explica por la naturaleza del modelo de negocio, pues los paneles solares permiten ahorrar dinero, lo cual en tiempo de bajos ingresos se vuelve un beneficio.
“Creo que la gran noticia es que el sector no se frenó por la pandemia y esto se explica por la naturaleza del modelo de negocio, pues los paneles solares permiten ahorrar dinero, lo cual en tiempo de bajos ingresos se vuelve un beneficio”.
Ahora, la evolución de la capacidad instalada ha sido muy irregular y el orden de las entidades federativas respecto a capacidad instalada y contratos también ha variado. Jalisco sigue siendo la entidad donde más paneles solares se colocan; la primera mitad del año se instalaron 38 MW en esa entidad y le sigue de cerca Nuevo León que tuvo instalaciones por 22 MW. Estas dos entidades son también las que más paneles solares acumulados tienen. En capacidad instalada acumulada les sigue el Estado de México que instaló 9 MW durante la primera mitad del año para llegar a 119 acumulados y mantenerse con ello en tercer lugar nacional.
Una entidad que da un gran brinco es Chihuahua, donde se instalaron 21 MW en el primer semestre, con lo que llega a 118 MW y rebasa a la Ciudad de México, que instala 5 MW pero se queda en 103 MW acumulados, 15 por debajo de Chihuahua, entidad que estuvo casi al nivel de Nuevo León en la primera mitad del año.
Guanajuato creció rápido en los primeros seis meses de 2021 con 19 MW, mientas que Yucatán lo hizo con 12 MW. Es relevante Yucatán pues recordemos que es la zona del sistema interconectado con los precios más altos de energía.
La tendencia es clara: el Norte y el Bajío aceleran el crecimiento de Generación Distribuida, además de la Península en el Sureste. La zona Sur del país se mantiene en los últimos lugares de crecimiento de Generación Distribuida (Chiapas, Oaxaca, Campeche, Tabasco, Guerrero).
Baja California Sur no se mueve en absoluto y mantiene sus 23.12 MW de capacidad instalada ante la instrucción del CENACE de no aceptar nueva capacidad de generación “intermitente” por la precariedad del sistema eléctrico en la entidad.
Hay algo importante que recordar: desde hace un año, la Comisión Reguladora de Energía encontró error en los registros de distribución, por lo que corrigió la capacidad instalada en los últimos seis meses y esto lo hizo en cada reporte. Ahora no se hace cambio, lo que puede decir que ya se están haciendo los registros correctos o el cambio de funcionarios en la CRE, por la salida de algunos de ellos, hizo que se dejara de prestar atención al error en la captura de los contratos.
Recordemos además que históricamente en el segundo semestre del año se suelen instalar más paneles que en el primero. Esto es importante porque significa que es probable que en 2021 se superen los 500 MW de capacidad instalada en un solo año. El volumen se acerca a los 700 MW que espera este gobierno que se instalen año con año de aquí a 2035, según el Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional. Sería interesante ver qué sucede si terminan de liberar la regulación de almacenamiento y la de Generación Distribuida Colectiva, que incrementa los modelos de negocio.
Finalmente, se mantiene el error con respecto a las interconexiones de venta total y netbilling.
Es imposible, por el costo de los medidores, que haya 422 contratos para un total de 2.64 MW, pues significan contratos de 6.2 kW en venta total, lo que no permite el retorno de inversión del solo medidor. Alguien está haciendo mal las cosas ahí (debe ser el distribuidor) y en la CRE no han corregido este dato. Lo mismo pasa con netbilling, que tiene las mismas necesidades de medidores y 27 MW en 2,424 contratos (11 kW promedio por contrato).
El sector debe luchar porque haya calidad, para que este crecimiento se sostenga con seguridad para los usuarios. Un mercado inseguro terminará por quemarse rápido. Finalmente que quede claro, el avance de la Generación Distribuida NO es un logro del gobierno, sino una consecuencia de las altas tarifas eléctricas y del esfuerzo de privados por bajar sus costos propios.