El pasado 9 de febrero se reportó una fuga de gasolina provocada por una toma clandestina en el ducto Salamanca-Puente Grande, en el municipio de Tonalá, Jalisco. De acuerdo con diversos medios de comunicación, la fuga alcanzó cerca de 13 metros de altura y se derramó en los predios de la zona, provocando la evacuación de más de 2,000 personas y pérdidas económicas cercanas a los 119 millones de pesos por la fuga de más de 5 millones de litros de combustible, esto sin contar los daños provocados al oleoducto y el daño ambiental. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) cerró las compuertas de la presa de El Salto para evitar la contaminación del agua y mientras que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desactivó la energía eléctrica para evitar una catástrofe como la ocurrida en San Primitivo, Tlahuelilpan, Hidalgo, en enero de 2019, que dejó decenas de muertos y heridos. Este incidente demuestra que la estrategia del gobierno federal para erradicar el robo de hidrocarburos, coloquialmente conocido como “huachicol”, no ha dado los resultados anunciados, pues lejos de disminuir, el problema no deja de aumentar.
“Lejos de disminuir, el problema no deja de aumentar”.
Fracasa estrategia del gobierno nacional para combatir el robo de hidrocarburos
Aunque el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador afirma que la extracción ilegal de hidrocarburos de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex)se terminó con la implementación de la estrategia de combate al huachicol –que dicho sea de paso causó gran desabasto de gasolina a nivel nacional–, datos oficiales de Pemex y de diversas asociaciones de la sociedad civil corroboran que esta afirmación es parcialmente cierta, pues si las tomas ilegales se han mantenido por debajo de los 13,500 casos entre enero de 2019 y noviembre de 2023, dichas cifras siguen siendo muy superiores a las oficialmente reportadas entre enero de 2012 y diciembre de 2018, como se muestra en gráfico siguiente:
Elaboración personal. Fuentes: datos recopilados por IGAVIM Observatorio Ciudadano en base a cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex). Los datos de 2023 incluyen el periodo comprendido entre enero y noviembre de 2023 y se recopilaron en fuentes abiertas.
En total, la suma de los casos reportados durante el sexenio anterior (enero de 2012 a diciembre de 2018) suman 45,422 perforaciones ilegales, comparadas con las 54,871 reportadas entre enero de 2019 y noviembre de 2023…y más lo que falta del año en curso.
Distribución geográfica del delito
Hidalgo, Estado de México, Tamaulipas, Jalisco y Guanajuato son las entidades donde se registró el mayor número de tomas clandestinas entre 2021 y 2022, de acuerdo con las últimas cifras publicadas por el IGAVIM para la totalidad de los estados. En el caso de Hidalgo, que se ubica en el primer lugar en este delito, se detectaron un total de 5,534 tomas clandestinas en 2022, un incremento del 24.5% con respecto a las 4,461 tomas registradas en 2021. El Estado de México registró 1,590 casos en 2022, un ligero incremento del0.44% con respecto a los 1,583 incidentes reportados en 2021. Por su parte, Tamaulipas registró 757 incidentes en 2022, un incremento del 2,57.08% con respecto a los 212 casos registrados en 2021. Jalisco reportó un incremento del 121.22% al pasar de 278 incidentes en 2021 a 615 en 2022, mientras que en Guanajuato el incremento fue del 16.67% al pasar de 498 incidentes en 2021 a 581 en 2022, como se ilustra en el siguiente mapa:
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Únicamente 4 estados reportaron una reducción de tomas ilegales en los ductos que atraviesan sus territorios entre 2021 y 2022; Puebla pasó de 1,534 casos a 353, una reducción del 76%; Michoacán pasó de 303 casos a 286, una reducción del 5.6%; Tabasco redujo el delito en un 73% al pasar de 61 casos a 15; y Tlaxcala pasó de 226 incidentes a 8, una reducción del 96.46%. Sin embargo, nuestro análisis geoespacial sugiere una gran parte de los delitos que no se cometieron en Puebla y Tlaxcala se relocalizaron a Hidalgo, en donde la mayoría de las tomas ilegales se concentraron en municipios como Tlaxcoapan, Atitalaquia, Tula, Tezontepec, Chapantongo, Tepeji y Tlahuelilpan, así como la zona metropolitana de Pachuca y el Valle de Tulancingo.
Repuntan tomas clandestinas en 2023
A pesar de los esfuerzos para combatir el robo de combustible, 2023 también fue un año difícil para la petrolera estatal, pues cifras de Pemex para el periodo comprendido entre enero y noviembre muestran que se reportaron 11,140 perforaciones ilegales, de las cuales, 9,723 (87.23%) se concentraron en Hidalgo (3,458); Jalisco (2,230); Veracruz (1,434); Estado de México (1,422) y Puebla (1,179). A pesar de estas cifras, el gobierno ve avances en la reducción de este delito y considera que ha disminuido el mercado ilegal de hidrocarburos, pero de acuerdo con la tendencia actual, las cifras para 2024 podrían elevarse, alcanzar niveles récord y convertirse en el mayor desafío para Pemex y la administración morenista.
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