El estado norteamericano de Luisiana tiene planeado instalar para 2035 unos 5 gigawatts (GW) de energía eólica marina en las costas del Golfo de México, para lo cual ya se encuentra en conversaciones con al menos dos desarrolladores.
La empresa Diamond Offshore Wind, subsidiaria de la japonesa Mitsubishi Corporation, ha expresado su interés en instalar aerogeneradores en las costas de los distritos de Cameron y Vermillion, mientras que Kontiki Winds, propiedad de la noruega Havram, negocia proyectos frente a las costas de los distritos de Jefferson y Lafourche, informó el Departamento de Recursos Naturales de Luisiana.
La oficina del gobernador John Bel Edwards ha dicho que hay menos oposición a las turbinas eólicas en las aguas de Luisiana que en otros estados, debido a que la zona cercana a la costa ya está ocupada por instalaciones de petróleo y gas.
En mayo de este año, la Oficina de Administración de Energía Oceánica de Estados Unidos (BOEM, por sus siglas en inglés) aseguró no haber encontrado un impacto ambiental significativo derivado del arrendamiento de superficie para el desarrollo de la energía eólica marina en el Golfo de México, lo que allana el camino para estos proyectos tanto en Luisiana, como en Texas.
La evaluación ambiental de la BOEM se aplica a un área a licitar de 30 millones de acres.
En febrero, la BOEM identificó tres zonas para las primeras ventas de arrendamiento. Una es de 102,480 acres frente a la costa de Lake Charles, Luisiana, y dos áreas potenciales frente a la costa de Galveston, Texas, de 102,480 y 96,786 acres, respectivamente.
La primera venta de arrendamiento podría tener lugar a finales de este año, pero las primeras turbinas podrían instalarse en las aguas del estado de Luisiana, informó este miércoles Reuters.
Los proyectos de Luisiana serían los primeros aerogeneradores en aguas estatales desde que la empresa Orsted instaló el proyecto piloto de Block Island, en Rhode Island, en 2016, agregó la agencia.
El área evaluada en el informe ambiental de la BOEM sugiere que se designarán más áreas en el Golfo de México, toda vez que los desarrolladores y proveedores estarán ansiosos por establecer una cartera de proyectos que genere ingresos en los años venideros.
“Según el interés que estamos viendo y los aportes de las partes interesadas y las reuniones que hemos tenido, incluso consideramos que tal vez deberíamos comenzar a hablar sobre una segunda subasta”, dijo James Kendall, director de la oficina regional de la BOEM en el Golfo de México, citado por Reuters Eventos.
Igualmente, las autoridades consideran que los desarrolladores en el Golfo de México pueden beneficiarse de la infraestructura y la experiencia de la industria del petróleo y el gas de la región. El acceso a las embarcaciones, los puertos y las instalaciones de montaje es clave para minimizar los costos.