Los sistemas eléctricos mexicano y español tienen modelos regulatorios parecidos. Aunque similares, hay diferencias significativas. Por ejemplo, las ofertas de despacho son por precio y no por costos. Vale la pena hacer algunas comparaciones.
La red de transmisión española es de 45,000 kilómetros (km) en 505,000 kilómetros cuadrados (km2) de superficie, mientras que la red de México tiene 110,000 km en 1,973,000 km2. Esto significa que España tiene casi el doble de líneas de transmisión que México, no en números brutos, sino por kilómetro cuadrado.
“España tiene casi el doble de líneas de transmisión que México, no en números brutos, sino por kilómetro cuadrado”.
En usuarios la cosa también cambia un poco. En España hay 29 millones de usuarios, mientras que México tiene poco más de 40 millones.
En capacidad instalada de generación es al revés. España tiene casi 120 GW, en tanto que México alrededor de 90.
En un primer resumen podríamos decir que la infraestructura por usuario es sensiblemente mayor en el país europeo.
España ha tomado el asunto de la transición energética con seriedad. Entre los combustibles, el que más aporta a la generación eléctrica es el gas. El año pasado se generó con centrales de ciclo combinado (que usan gas) el 24.7%. México obtuvo el 60% de la energía total con esa misma tecnología.
La eólica en España aporta casi lo mismo que el gas (2% menos) y la nuclear el 20% de la energía. En contraste, en nuestro país el viento produce menos del 10% y la nuclear poco menos del 5%.
Si sumáramos en España lo que México considera limpio, alrededor del 60% de la energía eléctrica del país provendría de fuentes limpias. En nuestro país ese valor está por debajo de 25% (sin contar con la manipulación que busca la CRE al considerar parte de los ciclos combinados como energía limpia). Y de renovables (eólica y solar) España tiene un 32%. México está por ahí del 15%.
Ahora, para hablar de costos hay que hacer una mención especial: en España todos los usuarios pagan costos reales. En México, el 95% de los usuarios pagamos tarifas altamente subsidiadas. Entonces, para hacer una comparación efectiva, hay que considerar costos de mercado y costos de mercado.
Si bien en España el costo de la energía llegó a 101 euros por megawatt-hora (menos de 2,000 pesos) el 26 de julio de 2023, en México todas las regiones tuvieron el mismo día costos máximos por encima de los 2,000 pesos. En los casos de Baja California Sur y Yucatán los costos máximos superaron los 10,000 pesos por megawatt-hora.
En lo relativo a transición energética, para lograr esa penetración de renovables no solo se instalaron centrales eólicas y solares. También se instalaron centrales que ofrecen servicios como regulación de potencia y voltaje, además de una masa crítica y fuerte de energía limpia.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar tres centrales eléctricas de Iberdrola en España, una hidroeléctrica de rebombeo, una nuclear y una de producción de hidrógeno verde.
Veamos ahora esos tres casos y sus implicaciones. La Muela, que es parte del conjunto Cortes-La Muela, aprovecha de forma inteligente el agua, más allá de una cortina tradicional, y produce en segundos energía que permite regular voltaje y frecuencia, sin perder agua después de la cortina del embalse. Por el otro lado, la nuclear ofrece energía base limpia de forma masiva.
Si consideramos la necesidad de descarbonizar más allá del sector eléctrico, la central de Puertollano ofrece algo más: hidrógeno verde, en este caso, para producir amoniaco, precursor de fertilizantes. La misma empresa tiene otra central que hace lo mismo para suministrar hidrógeno verde al sistema de transporte público de Barcelona.
¿Este tipo de sistemas puede desarrollarse en México? ¿Qué se necesita para hacerlo? ¿Qué ventajas y costos tendrían? Hablaremos de cada caso las próximas tres semanas.
Adelantemos qué podemos aprender del caso español:
Desde la Secretaría de Energía, en este sexenio han declarado que hay un exceso de capacidad de generación. El ejemplo de la península ibérica nos dice que no necesariamente es así.
Por otro lado, tenemos que incrementar energía eólica y solar, pero también hay que desarrollar proyectos de infraestructura complementarios que permitan agregar una gran cantidad de energías variables. No basta con solo retomar el paso de la descarbonización con subastas.
Nos vemos la semana siguiente con la primera: Cortes – La Muela.
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