México no está preparado para cumplir con los nuevos requisitos relacionados con las acciones climáticas que ha establecido la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) para las empresas que cotizan en ella.
El próximo 28 de mayo entrarán en vigor las modificaciones que ha realizado la SEC a sus requerimientos de información por parte de las empresas, a lo que ha llamado “La mejora y estandarización de las divulgaciones relacionadas con el clima para inversionistas”.
A partir de esa fecha, en sus declaraciones de registro e informes anuales a sus inversionistas, las firmas y compañías deberán proporcionar información sobre los riesgos climáticos que han tenido o podrían tener un impacto material en su estrategia comercial, en sus resultados operativos o situación financiera.
“Además, según las reglas finales, se requerirán ciertas revelaciones relacionadas con eventos climáticos severos y otras condiciones naturales en los estados financieros auditados de una entidad registrada”, expone la SEC.
Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Competencia y Regulación de México Evalúa, expresó su preocupación porque México ha cerrado mucha información útil relacionada con las emisiones del país y la que está disponible ya es obsoleta, lo que impedirá que las empresas tanto públicas, como privadas, puedan cumplir. Esto por mencionar solo un riesgo para el país.
Lamentó, por ejemplo, que el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos que elabora el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) no esté actualizado. La última versión es de 2018.
“Las empresas de certificación en materia energética, de transparencia, las empresas que se dedican a comercializar bonos de carbono, a certificar empresas como las de telecomunicaciones o digitales no tienen en dónde consultar”, explicó la especialista en temas de políticas públicas.
Igualmente, Moreno destacó que los nuevos requerimientos por parte de la SEC buscan conocer la prospectiva del negocio de cada empresa en conexión con estos criterios ambientales en donde se evidencie el reconocimiento de las acciones empresariales para mitigar los riesgos climáticos en términos cualitativos y cuantitativos.
“Lo que la SEC busca hacer es estandarizar la manera en que se hace transparente esta información para los stakeholders de las empresas”, enfatizó.
Por ello, subrayó en la importancia de que las empresas se preparen a fondo para poder cumplir con los nuevos criterios del regulador norteamericanos, si desean continuar cotizando y teniendo acceso a créditos y financiamientos en condiciones favorables.
“[La SEC requiere] también cuánto invierten las empresas para adaptarse o renovarse en términos climáticos. También explicar los planes de transición, precio del carbono. Esto requiere de toda una preparación”, afirmó.
Pemex busca pasar “de panzazo”
A finales del año pasado, Petróleos Mexicanos (Pemex) dio a conocer su Plan de Sostenibilidad, el cual –por cierto– cita cifras del Inventario Nacional de de Gases de Efecto Invernadero de 2015.
“Las empresas que ya cotizan y que están conectadas con esta nueva consciencia quizá ya están preparadas. Pero otras, como Pemex y la CFE, apenas comenzaron a preparase desde hace menos de año. Ya empezaron tarde”, señaló Moreno.
En su opinión, la petrolera estatal solo se ha limitado a “llenar el cuestionario” de la SEC con la única intención de cumplir, pero no va a fondo en un plan que busque reducir verdaderamente las emisiones en sus operaciones.
“Lo que vemos en Pemex piensa cumplir con los mínimos requisitos, pasar de panzazo. Sí cumple, pero no va más al fondo con un plan integral que resuelva las emisiones a más de 20 por ciento las emisiones anuales. Tampoco cómo resolver las adaptaciones al cambio climático, ni cómo hará las compensaciones por daños ecológicos”, refirió.
En este sentido, la especialista añadió que la petrolera no tiene recursos para hacer todo eso, ni el interés.
“Está ligado a la autosuficiencia energética”, apuntó, en relación con la política de la administración actual que busca que el país, a través de Pemex, elabore el cien por ciento de los combustibles líquidos que consume.
“¿Cómo van a hacer frente a los riesgos cada vez más frecuentes de accidentes, derrames o explosiones? El presionar tanto el sistema de refinación y al de exploración y producción está ocasionando que los riesgos se materialicen más fuertes y con mayor frecuencia y con impunidad”, criticó.
Igualmente, mencionó que el mal manejo de las finanzas, más los recurrentes incidentes y la caída en su producción han causado, entre otras, han llevado a la pérdida de su calificación de su riesgo crediticio.
CFE, por su parte, tiene su “Plan estratégico institucional de desarrollo sustentable”, un documento elaborado desde hace algunas décadas y cuya última versión es de 2023, la cual actualizó la de 2011.
Sin embargo, esta nueva versión no toca los requerimientos que exige la SEC. De hecho, ni siquiera menciona la palabra clima o la frase cambio climático.
“La CFE busca financiamiento, eventualmente va a Estados Unidos, pero le pedirán los planes de sustentabilidad. No transparenta sus emisiones, no cumple con el mínimo estándar”, expresó Ana Lilia Moreno.
Recientemente la empresa eléctrica obtuvo un crédito por 150 millones de euros de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para poner en marcha el proyecto de isla solar a instalarse en Sonora o Coahuila. En total, la CFE ha obtenido de este organismo unos 800 millones de euros en diferentes créditos.
“Esos créditos tienen caducidad. Si CFE no presenta números claros y datos concretos de Transición Energética y de largo plazo, no pasará de pequeños créditos. En Europa se está moviendo mucho a la sostenibilidad, están con el arancel al carbono, la apuesta es a lo nuclear”, advirtió.
Relacionado con ello, también indicó que la empresa bajo la dirección de Manuel Bartlett Díaz no transparenta sus emisiones.